Haimovich sale en primera de la cuarentena y se prepara para “perder por un tiempo”
24/04/2020

Tras un fuerte golpe por la caída total de ventas, la familia Reiss hace números para bajar costos y sostener los 230 empleos. Nahuel Amore
La cuarentena administrada va tomando forma en Entre Ríos, ante la contención de los contagios de coronavirus y las nuevas habilitaciones que concede el Gobierno nacional como garantía de confianza. En este contexto, que puede mutar de la noche a la mañana, se echaron a rodar esta semana y muy lentamente los sectores comerciales no esenciales, que deben reiniciar sus tareas bajo la consigna de ventas online, sin la posibilidad de verle la cara al cliente.

Dentro del abanico de rubros están las automotrices, que se enfrentaron a una paralización total en medio de una recesión que ya supera los 18 meses de caída de ventas. “Fue un golpe fuerte, un mazazo”, calificó Ramiro Reiss, Gerente General de Haimovich, al escenario que deben enfrentar para sostener sin ingresos la estructura de cuatro concesionarios exclusivos en la provincia para las marcas Toyota y Volkswagen, que generan empleo a unas 230 familias.
En diálogo con DOS FLORINES, el empresario describió cómo es el trabajo que encaran para retornar a la actividad, todavía en primera y sin perspectivas de poder acelerar. “La idea nuestra es tratar de bajar los costos a la mínima expresión, en la medida que podamos. Somos conscientes de que estamos perdiendo capital de trabajo y vamos a perder por un tiempo; estamos preparados para afrontarlo”, admitió.

De todos modos, consideró que la planificación y las expectativas que se trazan son de corto plazo, acorde al ritmo de las noticias. “Obviamente, todo tiene un límite, pero lo iremos viendo en función de cómo se van a ir desarrollando las actividades y qué nivel de trabajo se pueda ir logrando. Sabemos que no va a ser una recuperación rápida ni mucho menos”, expresó.
Por otro lado, Reiss explicó que si bien Haimovich pudo reactivar hace una semana el servicio brindado en los talleres mecánicos -con estrictos protocolos sanitarios-, recordó que sólo es para aquellos clientes que tenían permisos de circulación por estar dentro de las excepciones, cuya incidencia es prácticamente insignificante. “El movimiento comenzó, pero muy pequeño. Los ingresos que está produciendo, si bien no los calculamos exactamente, no deben llegar al 5% de un movimiento normal de las empresas completas, con ventas”, expresó.

Impacto
—¿En qué dimensión impactó la cuarentena en las concesionarias de Haimovich?
—A partir de la cuarentena del 20 de marzo se cerró al 100% el movimiento de nuestras concesionarias. Tuvimos tiempo para sacar algunas máquinas y empezar a hacer trabajo en nuestras casas, pero al estar cerrados los registros automotores para realizar los patentamientos y al tener cerrados los concesionarios, los ingresos pasaron a cero de manera abrupta, de un día para otro. El impacto fue del 100%. Pasamos a cero.
—¿Qué pudieron hacer en ese mes de paralización?
—Empezamos desde nuestras casas, con los asesores comerciales, llamando por teléfono, planteando algún tipo de operaciones, con alguna posibilidad de hacerlo con aquellos que pudieran transferir. Pero se hizo difícil, al no tener la certeza de cuándo íbamos a poder perfeccionar la operación, de cuándo le íbamos a poder dar el vehículo al cliente; incluso con el tema de usados estuvimos sin poder hacer la entrega o revisaciones. Se han hecho planteos de negocios, pero no se finalizaron, no se formalizaron.
—¿Tuvieron clientes que dieron marcha atrás con operaciones?
—Sí, por supuesto. Hubo muchas operaciones que estaban a punto de concretarse y otras que se habían concretado y, producto de la situación, dijeron que por el momento no las iban a hacer. Se echaron para atrás para revaluar la situación. Recién a partir de este miércoles que reabrieron los registros y empezamos a retomar cierta actividad para poder patentar las unidades que se habían vendido y seguían firmes. Hubo operaciones que se mantuvieron, incluso algunas, muy poquitas, que las hicimos en este período, pero estamos avanzando en la finalización.
Personal
Más del 80% de las empresas del país se enfrentaron durante este período con la imposibilidad de afrontar la totalidad de los costos operativos. Y ante la prioridad de garantizar el pago de sueldos, la mayoría optó por recortar gastos y tomar deuda –de manera total o parcial-, para cumplir primordialmente con esta responsabilidad empresarial y social, incluso ante la imposibilidad legal –y ética-, de realizar ajustes de personal. Haimovich, por cierto, no estuvo ajena a esta situación.
—¿Cómo afrontaron el pago de sueldos de marzo? ¿Tomaron deuda?
—El mes de marzo lo pagamos el primer día hábil y al 100% del sueldo, con recursos propios. También tomamos algún tipo de crédito con bancos comerciales, con interés, pero para quedar líquidos y hacer frente con mayor tranquilidad. Ahora, este mes, estamos evaluando y estamos esperando las resoluciones del Gobierno para ver cómo lo podemos instrumentar (al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción). Adicionalmente, las cámaras sectoriales, en nuestro caso la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), y el sindicato de Smata, están en negociaciones para buscar algún tipo de solución para lograr el mantenimiento de las fuentes laborales. Ya lo hicieron con las fábricas con acuerdos particulares, también lo hicieron con el sector autopartista y ahora la idea es hacer un acuerdo para abril, mayo y junio, con el objetivo de preservar las fuentes laborales, con algún tipo de ajuste, en función de que no se está trabajando.
—En la práctica concreta significa una reducción de los costos salariales, bajo la tutela de los empleos.
—Exactamente. En nuestra cadena, lo que se ha hecho es que sea de forma no remunerativa para que no afecte el sueldo neto de bolsillo del trabajador, es decir, que no le hagan los aportes patronales.
Incertidumbre
Los números del sector son letales para enfrentar el coronavirus. “En 2018, en la Argentina se patentaron alrededor de 830 mil unidades. En 2019, que fue una crisis tremenda del sector, caímos casi 50%, a 460 mil unidades. Los números de patentamientos que traíamos en enero y febrero, que se trabajó sin pandemia, el mercado proyectaba 350 mil unidades en 2020. Y producto de lo que está sucediendo ahora, más allá de la duración que pueda seguir teniendo, estamos hablando en el sector de que el número sería 200 mil unidades”, describió Reiss.
Para el empresario, “caer de 830 mil a 200 mil unidades, es terrible, porque tenemos la estructura y nosotros el año pasado hicimos un esfuerzo muy grande de mantener la estructura y las fuentes laborales”. “Tenemos una estructura para un mercado cuatro veces más del que vamos a tener ahora”, lamentó, y reconoció que la incertidumbre reina en la cadena y ello que los inhabilita a realizar proyecciones.
“Los registros recién abrieron, pero la gente no puede circular. Nuestros salones de ventas están cerrados, más allá de que la atención telefónica la tenemos. Bajo estas circunstancias, sabemos que no va a ser fácil cerrar muchas operaciones y no vemos más adelante porque la incertidumbre es muy grande. Preferimos enfocarnos más en lo que podemos hacer nosotros, de ser muy proactivos, de trabajar de manera online”, graficó.
Por otro lado, describió el vínculo estratégico con Brasil para importar unidades, cuyas fábricas también están cerradas y prevén reactivarse a fines de junio. A esto se suma la propia incertidumbre nacional, también con sus particularidades. “El panorama es muy incierto y estamos teniendo reuniones diarias para ir evaluando todas las noticias que vamos teniendo. Los flujos de caja obviamente son muy poquitos en movimientos de ingresos y muchos de egreso para mantener una estructura”, finalizó.