El día después de la pandemia
13/04/2020
Por Elvio Orbieto Guía, vicepresidente primero de la Federación Agraria Argentina (FAA)
Todos estamos esperando ese día. El aislamiento social, preventivo y obligatorio nos ha cambiado la vida y ya nada será igual en las relaciones humanas y en la economía, por lo menos por un largo tiempo.

No voy a entrar en detalles de qué produjo en nosotros este aislamiento como personas; sí, indefectiblemente, tenemos que hablar de qué pasó y pasará en Argentina en lo económico, lo social y lo político, sin descuidar la salud.
Las decisiones que tomemos como Nación en las próximas semanas serán determinantes; hay que replantear estrategias en todos los planos y apelar a que los gobiernos nuevamente en este replanteo no vuelvan a las mismas recetas de echar mano al sistema productivo.

Sabemos perfectamente el parate de la economía y los desastres que hizo la pandemia y que seguirá haciendo por largo tiempo, hasta que todo vuelva a la “normalidad”. A sectores como el turismo, los servicios, el transporte de pasajeros, los restaurantes y bares, etc. les costara mucho más tiempo arrancar; ni qué hablar de los postergados o marginales, esta pandemia les ha pasado como una aplanadora en sus vidas, en mayor o menor medida.
Tenemos que resurgir, tenemos que comenzar casi de nuevo en muchos casos, pero esto no puede ser a costa de los productores. La mayoría ya no tiene capacidad de seguir parando la olla de una Nación que los tiene como caja hace ya mucho tiempo. Cada vez que hay un problema, el campo es la solución, y esta pandemia nuevamente nos pone en alerta, no porque no seamos solidarios, no porque seamos avaros.

El sector productivo argentino es muy heterogéneo en producción y en productores, en formas de vida, en ambientes, en capacidades productivas y económicas, etc. Y hace ya mucho tiempo que se nos trata igual a todos como si fuéramos lo mismo y realmente no lo somos.
Desde la Federación Agraria Argentina seguimos insistiendo en políticas públicas diferenciadas, y hoy más que nunca, para poder atender las necesidades de todos y para poder mantener la soberanía alimentaria. Debemos garantizar que las cadenas de valor no se interrumpan y para eso lo primero es cuidar a los productores (primer eslabón de la cadena), con intervención virtuosa del Estado y con políticas activas y diferenciadas.
No somos todos iguales para producir, ni como productores, sí somos iguales ante la pandemia, tenemos que cuidarnos más que nunca y cuidarnos entre todos. Cada eslabón que se rompa cada productor, cada Pyme, cada trabajador que se pierda es agregar más problemas a los que ya tenemos. Necesitamos de cada uno de nosotros para poder salir y seguir adelante, sin descuidar la sustentabilidad ambiental y social, necesitamos un proyecto de desarrollo agropecuario nuevo. Ver, otra vez, a la ruralidad como un socio estratégico para el desarrollo del país y no solamente como caja del gobierno.
Tal vez ya nada sea igual, pero puede ser una gran oportunidad de aprender y de resurgir como sociedad y como Nación, desechar viejas recetas que lo único que han hecho es excluir a nuestros productores, los pequeños y medianos.