Empresas en Cuarentena: Cremigal adecua procesos para cuidar su personal

La empresa láctea de Galarza ajusta los controles para seguir trabajando con una demanda oscilante. Dos Florines

Revisar las variables que conforman los distintos procesos productivos de la planta láctea ubicada a unos kilómetros de Paraná, es uno de los principales ejes de la estrategia del equipo que lidera Celeste Valenti para continuar trabajando en su condición de empresa esencial y cuidar a sus empleados de los riesgos sanitarios.

En medio de la pandemia, la empresaria asegura que continúan trabajando a igual ritmo de días anteriores ya que si bien se ha notado una fuerte caída en los establecimientos gastronómicos y hoteleros que han disminuido su actividad a cero, los locales de proximidad y cadenas han seguido trabajando.

Para esto aseguran que es necesario ajustar todos los controles y recomendaciones oficiales para cuidar al personal.

“Estamos muy preocupados por lo que está pasando y estamos atentos a los empleados, los clientes, la gente del pueblo, con todos. Una empresa láctea no debe ni puede parar, y estamos con muchos controles, muy estrictos. La gente que no necesariamente tiene que ir a la empresa, no va. Por ejemplo la persona de compras no va y trabaja desde su casa, la gerente de Calidad va cuando tiene que verificar en tiempos puntuales, y así. Estamos haciendo una gran ingeniería del tiempo para que siempre esté en la planta la gente que estrictamente se necesita, y apelamos a mucho trabajo desde la casa”, confía la empresaria ante la consulta de Dos Florines.

Estrategias.

Otra de las estrategias de la empresa para afrontar el problema es la administración del tiempo y su relación con la producción propiamente dicha.

Se han ajustado los procesos -dice Celeste- para optimizar al personal. Por ejemplo, a la hora de producir la misma gente que está produciendo queso, está elaborando leche en polvo, dos productos con gran demanda en el mercado. De esa forma se lograr mantener la producción sin detener los procesos y poder cumplir con los pedidos y “cuidando que haya la menor cantidad posible de personas en la planta”, describe.

“Lo importante es cuidarnos entre todos”, subraya.

La empresaria dice que al funcionar al ingreso de Galarza se tiene una especie de aislamiento de los grandes centros urbanos.

“Estamos todos en el pueblo comprometidos con el cuidado de toda la población. Nos conocemos todos y hay un gran compromiso social para cuidarnos”, estable como norma social la empresaria.

En otro orden, Valenti precisa que no se han percibidos grandes movimientos en las ventas, ya que si bien se advierte un incremento en algunos clientes como los de proximidad o las cadenas de las ciudades donde tiene su mercado, Cremigal es un proveedor de muchos hoteles y restaurantes, espacios que prácticamente no tienen actividad, por lo que allí no se están realizando ventas.

La titular de Cremigal hace hincapié en la responsabilidad de la empresa y en encontrar un sano equilibrio entre los procesos productivos y la necesidad de protección del personal, por eso es que quienes no pertenecen a la planta no pueden ingresar, los camioneros de otras firmas no bajan y es estricto el cuidado del ingreso a lugares cerrados, con el personal de rigurosa necesidad.