Tasa de desocupación y empleo registrado
30/03/2020
Por Julio Panceri – CPN – Consultor – Docente Universitario
El mundo desarrollado ha comenzado a mirar el segundo semestre del 2020 como el del inicio de la recuperación de la economía mundial, claro está que con todos los temores y problemas de poner en marcha el comercio mundial en los volúmenes que tenía. Lo que estamos viendo con la economía mundial nos da la evidencia de que el miedo lleva al pánico y la aversión al riesgo conduce a que en momentos de incertidumbre el inversor elija refugiarse en inversiones seguras (aunque las mismas no retribuyan nada) y se aleje de títulos o acciones inseguras como la de algunos países emergentes o de determinadas empresas que cotizan en las distintas bolsas del mundo, especialmente petroleras y aerolíneas.

Ahora bien y volviendo a nuestra economía nacional, lo que está a la vista es que la pobreza estructural que tiene nuestro país y que venimos arrastrando hace décadas es el principal escollo a superar en una pandemia como esta. Más allá de los problemas estructurales (infraestructura, salud, educación, servicios, pobreza) y una economía donde su nivel de actividad está estancado, lo primero es lo “urgente” y después habrá que ver como salimos del resto, llevamos años luchando con sobrellevar el corto plazo sin planificación alguna. En lo “urgente” tenemos una extensión de la cuarentena y la necesidad de que la pandemia no sé propague, con los problemas propios que sobre la actividad económica diaria tenemos, especialmente el comercio y las Pymes que no tienen un panorama claro de cómo enfrentarán el pago de sueldos y demás obligaciones, otro problema serán los precios y todo indica que marzo mostrará una suba inflacionaria mayor a la de febrero.
Mercados externos.

Por el lado del comercio exterior, necesitamos la entrada de divisas, todos los caminos apuntan hacia la producción primaria (agropecuaria) ya que el sector petrolero nacional quedó envuelto en la guerra de “oferta de crudo” entre Rusia, los países de la OPEP y los países productores de “no convencionales”. El dato que nos puede entusiasmar, el gran importador de productos primarios que es China ha comenzado a moverse y esto alienta a pensar que recupere su nivel de actividad, lo mismo otros países asiáticos que son clientes de nuestros productos.
Aunque en nuestro país y con la dinámica de información que tenemos dos meses parece una eternidad, tenemos los datos sobre trabajo registrado y tasa de desocupación a diciembre 2019. Debemos considerar, que los efectos de la pandemia que estamos atravesando modificaran nuestra realidad económica en el primer y segundo semestre de este año, la información que veremos sirve como base de análisis.

Con los datos publicados por Indec, observamos que la tasa de desocupación a diciembre 2019 fue del 8,9% (había cerrado diciembre 2018 en 9,1%), mientras tanto la tasa de actividad al cierre de 2019 fue del 43% y la de actividad del 47,2%. Recordamos que la tasa de desocupación surge como porcentaje del ratio entre población desocupada y la población económicamente activa. Siguiendo esta información, vemos la evolución de la tasa de desocupación en los distintos conglomerados que tiene la Región Centro, a diciembre de cada año (2016 a 2019):
Por el lado del “Trabajo Registrado”, el número de trabajadores registrados en nuestro país a diciembre 2019 alcanzó las 12.144.215 personas, de los cuáles 6.000.622 corresponde a asalariados privados, 3.243.577 son asalariados públicos, 501.999 personal de casas particulares, 397.537 autónomos, 1.634.876 monotributistas y 365.604 monotributistas sociales.
Entre diciembre 2019 y diciembre 2018, el total de asalariados disminuyó un 0,3%, la particularidad de esta disminución está en la distribución del movimiento en los distintos sectores. En este periodo los asalariados privados disminuyeron 2,8% (se nota la baja de actividad y el proceso de recesivo), mientras que los asalariados públicos aumentaron 1,5%, los independientes monotributistas aumentaron 4,5% y los monotributistas sociales disminuyeron 0,4%.
Si consideramos el total de los trabajadores registrados, tenemos que el 80,2% corresponde a trabajadores asalariados y el 19,8 restante a los trabajadores no asalariados. Entre los trabajadores asalariados (contiene a los trabajadores privados, públicos y personal de casas particulares) la suma alcanza a 9.746.198 trabajadores, el 49,4% corresponde al sector privado, 26,7% pertenece al sector público y el resto 4,1% es personal de casas particulares. Entre tanto y dentro de los trabajadores no asalariados (autónomos, monotributistas y monotributistas sociales) el 13,5% son monotributistas, 3% monotributistas sociales y 3,3% autónomos.
Provincias.
Al ver los datos de las provincias que componen la Región Centro, observamos que el total de los asalariados privados registrados a diciembre 2019 alcanzan a 1.112.757 (suma de las tres provincias) que equivale al 18,5% del total de asalariados privados del país y marca una disminución del 2,95% con respecto a diciembre de 2018.
Viendo a cada provincia y comenzando por Córdoba, los datos del Ministerio de Trabajo de la Nación indica que los asalariados privados a diciembre 2019 fueron 490.169 un 3,7% menos que en diciembre de 2018. Entre Ríos finalizó diciembre 2019 con 130.674 asalariados privados registrados (un 2% menos que en diciembre 2018), en tanto que Santa Fe llegó a 491.914 trabajadores asalariados registrados y como en todo país también se observó una disminución del 2,5% con respecto a diciembre del 2018.
Comenzamos una nueva semana en medio de esta crisis sanitaria, a no perder el optimismo.