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Bioingeniero entrerriano fue distinguido en Estados Unidos por su desarrollo innovador

Se trata de Alejandro Bisi, CEO de GiveMove, quien se recibió en la Universidad Nacional de Entre Ríos e impulsó el desarrollo de bipedestadores motorizados para personas con discapacidad motora.

El bioingeniero Alejandro Bisi obtuvo el premio IU35 LATAM 2023, en Estados Unidos, que reconoce a jóvenes de Latinoamérica menores de 35 años por su contribución a la innovación tecnológica.

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Bisi es graduado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), y con su proyecto de bipedestadores denominado Give Move, puso la tecnología al servicio de personas con discapacidad motora. Recientemente, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos lo distinguió como uno de los Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2023 de MIT Technology Review en español.

“Busco estimular la bipedestación desde una edad temprana. Si no hay costumbre de ponerse de pie diariamente desde niño surgen problemas que acaban en el quirófano”, explicó. Por esta creación, el bioingeniero fue reconocido en la categoría Pioneros. El acto de premiación tendrá lugar en la universidad ESAN (Perú) este jueves 26 de octubre.

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Give Move

Give Move tuvo sus inicios cuando Alejandro Bisi aún era estudiante, con el pedido de una profesora para elaborar un bipedestador destinado a su hijo. El proyecto creció y recibió apoyo y financiamiento. Luego el bipedestador motorizado se convirtió en su tesis, con la que obtuvo el título en 2017, destacaron desde la alta casa de estudios.

En adelante el proyecto evolucionó hasta convertirse en una empresa, y ya ha recibido más de 10 premios y menciones. Actualmente Give Move (integrado por 6 profesionales) comercializa sus productos en Argentina y, con una alta demanda, está en proceso de homologar las certificaciones en México y Estados Unidos.

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Desarrollo de los bipedestadores

“El primer prototipo era muy parecido pero estático, y tenía el problema que a Facu no le gustaba estar quieto todos los días sin entender por qué tenía que usarlo. En aquel momento, se habían popularizado los autos a control accionados con pedal, y fabriqué un autito para él manejado con joystick con la mano”, contó Bisi a Télam.

“Fue una herramienta increíble para que él pueda empezar a desplazarse solo. Fue así que combiné las dos cosas y nació el bipedestador motorizado para Facu, quien empezó a moverse por toda la casa erguido a la par de su hermanita”, señaló.

El dispositivo, que tiene sujeción en rodilla, tobillo, cadera y pecho “permite una correcta alineación erguida de la persona cuando sus propios medios se lo impiden”, explicó el bioingeniero, que destacó la importancia de que personas con esta condición o patologías similares puedan estar paradas.

“Tiene muchos beneficios a nivel sistémico, como mejorar la irrigación de la sangre, impide la atrofia de los músculos y la descalcificación de la estructura ósea, mejora la respiración, la deglución, y también a nivel psicológico ayuda mucho a verse en igualdad de condiciones al verse a la misma altura”, detalló. “Es algo nuevo y que no existe en otros lugares, enfocado en un nicho de marcado donde nadie hace foco”.

En este sentido, también sostuvo que “es importante estimular a los niños que no pueden pararse por sus propios medios, porque si no se logra ese hábito es muy difícil de adolescente o adulto lograrlo, ya que en ese estadio, las retracciones musculares y la escoliosis son problemas muy complejos y difíciles de recuperar”.

El bipedestador, que según la patología de cada usuario puede controlarse con un joystick por la misma persona que lo utiliza o a través de un asistente, se carga “como una computadora” y es de fabricación argentina, a excepción del motor, que se importa de China.