El campo de la Región Centro volvió a Macri y equilibró el resultado

28/10/2019

Alberto será presidente con el voto de Buenos Aires y el resto de las provincias. En la soja, el trigo, la leche y los fierros imperó el miedo al kirchnerismo. Gustavo Sánchez Romero

Unos de los principales analistas políticos del país dijo hace unas semanas atrás, luego de los resultados de las PASO y de las principales manifestaciones del kirchnerismo tras el triunfo, que “muchos argentinos quisieron darle un tirón de orejas al gobierno y ahora se dan cuenta que se quedaron con la oreja en la mano”.

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Muchas inferencias sobrevolaron el aíre estos días en los dirigentes y en la sociedad civil, pero el reciente fracaso de las encuestas, el desinterés social y la crisis económica desestimaron posicionamientos públicos aventurando escenarios. El “Sí se puede” dominó la escena los últimos 45 días, con un país tambaleante en un reticulado regional en llamas que no brinda ninguna garantía política a corto plazo.

Es cierto que para muchos las cartas estaban echadas y Alberto Fernández sería sin dudas, antes del domingo, el próximo presidente de los argentinos.

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Sin embargo, en muchos había un deseo explícito de un giro épico y la posibilidad de un balojate que no llegaría, pero en ellos también –y en muchos otros- se engendraba la necesidad de un mayor equilibrio en un resultado electoral que refleje mejor las inclinaciones de los argentinos.

No llegaría lo uno, aunque sí parece imponerse lo otro.

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El malestar de las clases medias argentinas con una política de gobierno que se va con peores indicadores económicos de los que recibió –que no es poco decir- había definido el futuro, por lo menos, mirando los próximos cuatro años.

Alberto cayó 1,5 % con respecto a las PASO, en tanto que el presidente recuperó más de 7 puntos con respecto a las primarias.

Eso sólo queda para la crónica periodística y las estadísticas.

Con todo, el esfuerzo realizado por Macri ganando las calles y con mínimas medidas electorales buscando recomponer un poco la adhesión de su electorado de 2015 casi le alcanza para una puja mano a mano. 

De algún modo se dieron algunas lógicas que el oficialismo esperaba: se consolidó la opción Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires, se recuperó algo de la imagen de María Eugenia Vidal en el principal distrito del país, aunque verdaderamente quedó muy lejos de Axel Kicillof. Pero fue en las provincias de la Región Centro donde se puede advertir a simple vista una recuperación de la imagen de Cambiemos en las urnas, con un reflujo hacia el oficialismo de un votante bien definido e identificado en estos distritos: el chacarero y el habitante de las zonas rurales.

Decisiones.

¿Hubo una vuelta del chacarero a Macri o hay que buscar esta recuperación del macrismo en Entre Ríos en algún otro sector?, le preguntó DOS FLORINES a un dirigente de Cambiemos que se mostraba exultante tras la confirmación de los resultados.

Habrá que buscar este resultado que se impuso en múltiples factores: la estrategia del peronismo en la provincia, la poca solidez de los candidatos entrerrianos en la lógica que exigió un partido unido, pero también en una actitud más agresiva de la versión entrerriana de Cambiemos, a sabiendas que la coalición se jugaba mucho más que una valoración en el concierto de las provincias argentinas.

Ante la consulta, Atilio Benedetti, legislador nacional y referente provincial se exhibió eufórico ante el resultado y se expresó con objetividad. “Creo que influyó el sector agropecuario que volvió a apostar por Macri. También, y no tengo dudas, que a partir de la incorporación de Miguel Pichetto un sector del peronismo colaboró con el resultado, y allí sumamos peronistas. Me parece que la gente votó con más resignación porque las dificultades económicas se mantienen, pero hubo un voto más reflexivo y más sereno. Creo que muchos valoraron otra cosa porque la verdad que en las PASO la situación económica nos dio un cachetazo, pero ahora se valoraron otras cosas que hizo el gobierno en estos cuatro años y creyeron que en una eventual gestión se podría estar mejor”, reseñó Benedetti, ya con el resultado puesto.

En Santa Fe y Entre Ríos se vivió casi un proceso espejo, remontando un resultado adverso en las PASO y llevándolo a un punto porcentual por arriba, con casi el 95 % de las mesas escrutadas. No quedan dudas que el trigo, la soja, la leche y los fierros decidieron volver a Mauricio Macri, entendiendo que era peor el remedio que la enfermedad.

Todo esto sin perjuicio de Córdoba, bastión insoslayable del Macrismo, donde virtualmente duplicó los votos del Frente de Todos.

Queda claro a primer golpe dónde está el voto de Macri y que en la Tercera Sección de Buenos Aires, especialmente en La Matanza, Alberto encontró la diferencia que le brinda la oportunidad de dirigir los destinos de los argentinos.

Celebraciones.

En el peronismo entrerriano festejaron el triunfo de Alberto y ensayaron distintas explicaciones para dar cuenta del resultado en Entre Ríos, especialmente haciendo hincapié en un crecimiento del electorado.

Gustavo Bordet estuvo con Alberto en el escenario nacional y valoró el acto comicial y, con un lenguaje que nunca utiliza, agradeciendo y felicitando a todos y todas.

En el bunker de Cambiemos festejaban mucho más que la recuperación de un tramo de los votos perdidos. Un diputado provincial llegó a aventurar un triunfo más holgado. “Lamentablemente nos llovió en más de la mitad de la provincia y los pésimos caminos impidieron que muchos productores no puedan llegar hasta las escuelas sino el resultado hubiese sido más holgado”, describió.

En definitiva, habrá que esperar los resultados finales y deshojar la margarita para cruzar datos estadísticos y políticos para tener un mapa de la nueva realidad. Pero más allá de todos, los mensajes desde todos los púlpitos fueron más que tranquilizadores. Señales positivas para la población –con mensajes lejos de la grieta-, señales más que tranquilizadoras para los mercados –aunque nunca se sabe con ellos- y la invitación a desayunar este lunes en la Casa Rosada, es un definido mensaje al mundo.  Es probable que esté asomando un nuevo país.

La parte productiva del país acompañó a Macri, reconoció un importante empresario que conversó con DOS FLORINES luego de las elecciones mirando el mapa amarillo que cruza la cintura del país.

En definitiva, a pesar de todo y de todos, no hubo casi nada nuevo bajo el sol.

Los problemas siguen siendo los mismos, los actores no cambiaron, todo está como era entonces.

Las oscilaciones económicas y el ánimo de la población siguen siendo los principales indicadores a seguir con la lupa.

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