El IVA Agrícola, un impuesto peor que las retenciones

24/02/2018

Por Alberto Cerini, presidente de El Hinojo SA

Argentina es un país que no analiza seriamente los efectos económicos de los impuestos, y muchos de ellos producen consecuencias que atentan contra la producción y contra la inversión, y, por ende, atentan contra el desarrollo económico, en especial contra el desarrollo del interior del país. Un ejemplo de estos malos impuestos es el impuesto a las exportaciones y el IVA agrícola.

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Las retenciones, o sea el impuesto a las exportaciones de granos tienen dos efectos principales:

  1. Reducen los precios internos de los granos, constituyendo un subsidio del sector agropecuario a otros sectores (pollos, cerdos, etc.) y a la población del país.
  2. Esos bajos precios imposibilitan la producción de granos en zonas alejadas de los puertos y a las zonas agrícolas que tienen menor potencial productivo que la zona núcleo. Esta situación limita el potencial exportador del país de productos del agro y de la agroindustria, que son los mayores aportantes de divisas a la balanza de pagos. En esencia es un impuesto a la producción de granos que castiga fuertemente al interior, pone límites a las importaciones y al desarrollo del país.

Pero hay un impuesto que además de profundizar los efectos de las retenciones, genera consecuencias peores. Este impuesto es el IVA Agrícola. Por la diferencia de tasas del IVA Compras (21%) y del IVA Ventas (10,5%) genera saldos a favor del productor, transformando al gravamen en un impuesto a la inversión productiva y como tal un costo de producción. Pero además produce un castigo para las zonas del país más alejadas de los puertos, por la incidencia de los fletes, y para los suelos de menor productividad que la zona núcleo por su menor productividad.

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Es peor que las retenciones porque éstas gravan la producción obtenida, mientras que el IVA Agrícola, en la medida que es un costo de producción, no grava el valor agregado por el productor agrícola, sino que grava la inversión y se desinteresa de la producción obtenida. Más grande será el impuesto a la inversión cuanta más pequeña sea la producción obtenida. La inversión gravada es la realizada por el productor agrícola en las sementeras, en tecnologías de insumos y procesos, en logística, en equipos y maquinarias, y si la cosecha no rinde para recuperar la inversión realizada, además de un resultado negativo, tendrá un impuesto a la inversión más alto, disfrazado bajo el nombre “Saldo Técnico de IVA a Favor del Productor”.

Al hacer un balance del IVA de la actividad agrícola surgen con claridad los efectos negativos del IVA Agrícola. Comparando el balance de IVA de los cultivos en la zona núcleo con los de suelos de la provincia de Entre Ríos, se comprueba que en la primera genera saldos a favor de la AFIP, mientras que en la segunda los saldos son a favor del contribuyente, y al ser irrecuperables pasan a ser un costo más. En el cuadro siguiente se muestran los saldos de esos balances que para su confección se compararon los rindes promedio de la provincia de Entre Ríos de las últimas 18 campañas agrícolas de Entre Ríos (soja 2.278 kg/ha, maíz 5.872 kg/ha, y trigo 2.582 kg/ha (fuente: Bolsa de Cereales de Entre Ríos) con los rindes obtenibles en la zona núcleo (soja 4.400 kg/ha, maíz 11.500 kg/ha, trigo 4.500kg/ha). El balance se hizo teniendo en cuenta costos en función de esos rendimientos, la misma distancia al puerto y arrendamientos de 6 y 16 quintales de soja por hectárea, respectivamente, en ambos casos con maquinaria contratada.

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RESULTADO DEL BALANCE DE IVA.

Cultivo    ENTRE RÍOS   ZONA NÚCLEO

Trigo -13,15 U$S/ha   + 7,05 U$S/ha

Trigo-soja de 2ª – 4,86 U$S/ha   + 38,89 U$S/ha

Maíz  -28,74 U$S/ha    +11,15 U$S/ha

Soja de 1ª + 2,15 U$S/ha  +47,56 U$S/ha

Del cuadro surgen varias conclusiones:

  1. Los productores agrícolas de Entre Ríos, los de otras zonas con suelos menos productivos que los de la zona núcleo, y los que tengan mayor distancia a los puertos acumularán saldos técnicos de IVA a favor (42% de los miembros CREA tienen saldos técnicos a favor – encuesta CREA de julio de 2017) que serán irrecuperables.
  2. Si los productores de Entre Ríos obtienen una cosecha menor a los promedios provinciales los saldos de IVA Técnico a favor se agigantarán.
  3. Si los productores de Entre Ríos adquieren maquinaria o realizan cualquier tipo de inversión en activos fijos verán que sus saldos de IVA a favor se incrementan significativamente.

Estas situaciones no impactarán en la zona núcleo de la misma forma, porque al tener suelos y clima de mejor productividad los rendimientos serán mayores y permitirán recuperar el IVA invertido en las compras de insumos y equipos.

Cabe ahora considerar la política del IVA agrícola, por sus efectos:

  1. Constituye una política que agudiza el atraso económico y cultural del interior del país, impidiendo el desarrollo de la agricultura en zonas alejadas de los puertos o en suelos con capacidad productiva inferior a la zona núcleo.
  2. Quita capacidad exportadora al país, por imposibilitar la producción agrícola en las zonas citadas.
  3. Quita incentivo a las inversiones.
  4. Estimula la sojización de los planteos productivos por la menor inversión que requiere el cultivo y la consecuente menor carga del IVA compras, con efectos devastadores para los suelos.
  5. Desincentiva la utilización de la mejor tecnología de procesos y equipos.
  6. Promueve los pooles de siembra, en contra de los productores arraigados que invierten en equipos y maquinarias.
  7. Quita capital de trabajo a los productores.
  8. Obstaculiza el agregado de valor que requiere más inversiones con el consecuente IVA Compras.
  9. Se desnaturaliza el IVA y produce graves distorsiones al generar los saldos técnicos de IVA a favor del contribuyente que no son otra cosa que impuestos que no se deben.
  10. La distorsión hace que los saldos a favor del contribuyente constituyan impuestos que gravan la inversión y no el agregado de valor.

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