El reperfilamiento de deuda es un nuevo Megacanje, dijo Etchebarne en Paraná
28/08/2019
El economista analizó los anuncios de Lacunza y advirtió: “Tenemos que hacer un reperfilamiento del gasto público, más que de la deuda”. Nahuel Amore
Agustín Etchebarne, economista titular de la Fundación Libertad y Progreso, llegó este miércoles a la capital entrerriana, en el marco de la presentación de su libro “La Clave es la Libertad”. Junto a la Fundación Río Paraná, brindó una charla en la Delegación Paraná del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Entre Ríos (Cpceer), lugar en el que dialogó en exclusiva con DOS FLORINES tras los anuncios del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.

Desde su perspectiva, el “reperfilamiento de la deuda” que anunció el Gobierno, traducido como una extensión de los plazos de pago de deuda y el comienzo de la discusión en el Congreso de la Nación, es un nuevo “Megacanje”. Incluso, para analizar este proyecto que debatirán los legisladores, mencionó una palabra grabada en la memoria colectiva de los argentinos: “Es una renegociación de la deuda, o sea que de algún modo es un default”.
En este sentido, para Etchebarne, el problema que se vive por estos días es la consecuencia de una serie de políticas económicas que giraron en torno a financiarse con deuda, emisión o más impuestos, cuando la solución debería pasar por el ajuste del gasto. “En la Argentina, a la larga, vamos a tener que comprender que tenemos que hacer un reperfilamiento del gasto público más que de la deuda”, disparó.

—¿Qué lectura hace del anuncio del Gobierno de extender los vencimientos de deuda y reconocer tácitamente que no está en condiciones de pagar?
—Hay, por un lado, lo que llaman un reperfilamiento de la deuda voluntario, no con las personas que se supone que van a cumplir perfectamente en tiempo y forma, sino con las instituciones, es decir, bancos, fondos, empresas; es algo así como fue el Megacanje. Será un pequeño Megacanje por los vencimientos de corto plazo para aliviar este año y dejar el año que viene una negociación más grande que la van a pasar al Congreso. La vez pasada hubo muchos juicios por cada vez que hacían este tipo de cuestiones, pero para evitarlos se pasa la pelota al Congreso, que es quien efectivamente tiene que renegociar la deuda. De alguna manera, es una renegociación de la deuda, o sea que es de algún modo un default.

—¿Cree entonces que es una manera elegante de declarase en default, sin decirlo?
—Usemos la palabra que utilizan ellos de reperfilación de la deuda. Pero claramente de alguna manera es cambiar los bonos. Si lo hacen de manera voluntaria, no se puede llamar default, sino que simplemente es un Megacanje. Vamos a ver el tamaño que tiene y cómo se termina de desarrollar. De todos modos, no es nada que sorprenda a nadie. Argentina estaba hace rato en una complicación muy grande. Lo otro que dicen es utilizar una cantidad mayor de reservas para sostener el tipo de cambio hasta las elecciones. El tema es cómo pasamos estas siete semanas y media hasta las elecciones.
—De hecho, el ministro Lacunza lo dejó claro en la introducción política que hizo para el anuncio.
—Correcto. El problema es la gimnasia que tenemos los argentinos sobre todos estos temas. La pregunta es cómo van a reaccionar mañana los que le venden depósitos en pesos, los que les vencen depósitos en dólares, los que le vencen estas Letes o tengan algún tipo de inversión. ¿Qué van a hacer? ¿Se van a ir, se van a quedar o va a empezar una mini corrida o una gran corrida? Esas preguntas quedan para mañana y las vamos a ir viendo. Lamentablemente, esto lo venimos anunciando hace muchos años, que Argentina iba a terminar en default. El camino recorrido, lo hemos hecho muchas veces. Pero también sabemos que estas tormentas pasan. Estamos en un momento muy complicado, pero esta tormenta va a pasar y luego la Argentina tendrá que repensar qué queremos. El tema es que si volvemos a cometer los mismos errores es porque comprendemos las cosas muy mal. Los liberales creemos que no hay que tener deuda y, para ello, es muy simple: no tenés que gastar más de lo que te ingresa.
—El comienzo de esta renegociación de deuda, ¿se anticipa a lo esperado? ¿No era una materia para el próximo gobierno?
—En estas situaciones, las cosas van día a día, más cuando un día se cayeron los bancos y los bonos 10%, al otro día vuelven a caer y a la semana tenés otro problema fenomenal, el riesgo país voló a 1.700, de ahí a 2.100 es un ratito y de ahí a 4.000 es otro ratito. La pregunta es cómo frenás esto. Lo que están haciendo es un conjunto de medidas que tratan de frenar las expectativas de corrida que tiene la gente. Si lo van a lograr o no, es difícil de saberlo, vamos a verlo día a día, durante estas siete semanas y media. De la mañana a la tarde, puede cambiar. Simplemente depende de las expectativas de cada uno de los miles de inversores del exterior y locales.
—La mente es un gran intangible difícil de descifrar…
—Claramente. Hay que saber cuáles son las expectativas de los argentinos. Pero veníamos diciendo que recuerden que tenemos experiencias anteriores que afectan las decisiones.
—¿El pequeño ahorrista que tiene plazos fijos, tiene que estar preocupado por esta situación?
—El ministro ha tratado de llevar calma a los pequeños ahorristas, diferenciándolos del resto. Con lo cual, hay que mirar cada día cómo reaccionan. Si lo hacen con calma, puede ser que esto tenga cierta tranquilidad. Pero la verdad es que la experiencia en la Argentina no es muy halagüeña al respecto.
—Si hay crisis de deuda, si no se pueden subir más impuestos, si no hay posibilidad de emisión monetaria, ¿la única alternativa desde su teoría es bajar el gasto?
—En la Argentina, a la larga, vamos a tener que comprender que tenemos que hacer un reperfilamiento del gasto público más que de la deuda. Tenemos que cambiar el gasto público por trabajo privado. Eso significa pasar gente del sector público al privado que, en medio de la crisis, es mucho más difícil. Cuando lo anunciábamos hace muchos años, era más fácil. Ahora es más complejo, pero sigue siendo la solución de fondo. Mientras tanto, son parches. Ninguna de estas medidas son salidas. La verdadera salida es repensar Argentina, desregular, bajar los impuestos, achicar el gasto público, hacer la reforma previsional, son las grandes reformas que este Gobierno que está terminando no lo puede hacer. El gobierno que viene, sea quien sea, es el que lo puede hacer. El problema es cómo recorremos estas siete semanas y media. Lo que está haciendo el Gobierno es invitando a Fernández para que en el Congreso renegocien juntos.