Explosivo e irascible, Etchevehere mostró los dientes contra el gobierno provincial

15/03/2019

En un sorpresivo y, lo que pareció, extemporáneo discurso, el funcionario nacional criticó con dureza y sin eufemismos. Gustavo Sánchez Romero

Si sirve para graficar, habrá que decir que se trataba de un acto de gobierno de los que se desarrollan más que habitualmente. Si sirve para precisar el contexto, quizá el dato que no había más de 30 personas –casi todos funcionarios provinciales- en un salón del Centro Provincial de Convenciones de Paraná permita ubicar el encuentro de este viernes al mediodía en su justa dimensión.

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Parecía un acto más, excepto para los productores citrícolas y tamberos que recibirían un aporte no reintegrable de hasta 12 mil dólares, a un valor de 30 pesos porque se fijó hace algunos meses, y el número no pasará desapercibido a la hora de las palabras.

Las autoridades más importantes fueron el diputado oficialista Gustavo Zavallo, el titular del ente Región Centro, Martín Uranga y el intendente de Paraná, Sergio Varisco, que, como es de costumbre, llegó tarde.

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Se presentó entonces la actividad en lo que parecía ser una anodina mañana de fin de verano en la capital provincial con una mesa cabecera compuesta por Álvaro Gabás –secretario provincial de Producción- y el secretario de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere.  Hasta allí, no demasiado, y si la saga mantenía ese rumbo, la noticia no hubiese merecido más de dos líneas en cualquier medio.

Cuando Gabás abrió la jornada se mostró cauto y casi conciliador valorando la articulación Provincia-Nación, aunque dejó caer conceptos vinculados a la “necesaria presencia activa del Estado provincial en una coyuntura difícil de la economía nacional allí donde el mercado abandona”; o que “el gobernador Bordet desarrolló una política activa de financiamiento a los sectores productivos por más de 200 millones de pesos a tasas entre 18 y 30 % con fondos propios o con el apalancamiento del Consejo Federal de Inversiones (ente autónomo de las provincias)”; y quizá lo más osado fue asegurar que estos aportes eran “un paliativo dentro de la coyuntura económica nacional que estamos atravesando”.  No mucho más.

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Sorpresas.

Pero si sirve para describir la expectativa general, todo hacía suponer entre los presentes que el trámite sería breve y se pasaría sin más a la entrega de los diplomas y los aportes al puñado de productores que había llegado hasta el CPC para recibir los fondos del Prodaf (Programa de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar).

Pero ahí fue cuando el funcionario nacional mostró las fauces, y en un discurso de barricada, aunque breve, desplegó una serie de argumentos donde sobrevolaron conceptos como ineficiencia, desidia y corrupción, aclarando desde la primera intervención que poco interesaba la articulación ya que estos fondos eran exclusivamente por gestión del Gobierno Nacional a través de un endeudamiento con el BID.

Seguidamente, sin hacer cuenta previa, fue al grano: “Tenemos que pedirles disculpas porque esto tenía que haber llegado seis meses atrás, pero lamentablemente en el Gobierno provincial no pusieron la partida en su momento para poder recibir estos fondos. Se han perdido estos seis meses preciosos para acompañar a tamberos de los departamentos Paraná y Nogoyá, como así también citricultores de la costa del Uruguay. También renovamos nuestro compromiso en todos los lugares donde haga falta que allí estará la Nación presente. Pero claro, en lo que a Nación le corresponde, que es todo aquello donde no tiene jurisdicción la Provincia”, describió Etchevehere, sin augurar el auditorio que recién calentaba motores.

Definiciones.

Sin respirar, continuó con su letanía con el gobierno provincial en lo que llamó “falta de gestión”, como si el funcionario nacional estaría trasladando a la provincia las condiciones de la campaña proselitista en su formato grieta.

“Hay lugares donde no tenemos jurisdicción, como en los caminos vecinales, los caminos de tierra. Es un pedido fuertísimo de los productores entrerrianos que se sienten abandonados a su suerte porque no hay tratamiento de eso. Mal podemos acompañar a la producción si no se puede entrar o salir a los campos, con la necesidad de mandar un chico a la escuela o a un hospital. De modo que desde la Nación vemos un sensible atraso de Entre Ríos en relación a las provincias de la Región Centro. Es una lástima. Hay un trabajo muy importante del Consejo Empresario que asegura que Entre Ríos hoy para estar a la altura de la región (proporcionalmente en función de la población) necesitaría unas 6.000 empresas nuevas, porque estamos muy estancados en nuestra provincia”, sentenció Etchevehere.

Fue allí donde habló de falta de competitividad, de que con estas condiciones no llegarán inversiones y que gracias al 15 % de más que recibe la provincia de coparticipación federal de impuestos –con justicia, reseñó- existe un superávit que debería usarse para infraestructura para los sectores productivos que generan empleo privado, porque el público funciona como un ancla, dijo.

“Hay muchas cosas por hacer de nuestra parte como bajar las tasas de interés y la inflación, y seguimos trabajando para arreglar el desastre que nos dejaron y a eso hay que decirlo claramente: se robaron el país, se robaron todo lo que tenían por delante y ahora nosotros estamos trabajando para tratar de acomodar eso. Con transparencia y honestidad y haciendo lo que hay que hacer”, concluyó sus palabras con inusitada virulencia.

 

Malestar.

Las palabras de Etchevehere, que a todas luces parecieron extemporáneas, dejaron un sabor amargo en el auditorio, y muchos se retiraron antes que concluya. Los funcionarios provinciales que estaban en primera fila sintieron una extraña impotencia de no poder responder sus palabras y cuando el funcionario se retiró para atender a los medios de comunicación, estos se formaron en círculos para la necesaria catarsis en un clima frío que se cortaba con un susurro.

-“Y estos eran lo que venían a superar la grieta… Por favor”- ironizó un alto dirigente ante este cronista, mientras salía rápido del CPC expresando su malestar.

Fuentes cercanas al secretario aseguraron que desde temprano en la mañana se lo notaba irascible, locuaz, con ganas de generar un hecho político con sus palabras.

Fue entonces cuando DOS FLORINES le preguntó si este acto significaba el lanzamiento de su candidatura para diputado nacional.

“No, para nada. Ni sé cuándo es eso. Lo que dije es porque se trata de la verdad, el kirchnerismo se robó todo, también en Entre Ríos, y esta es la consecuencia de la provincia que tenemos”, respondió sin miramientos.

Para muchos el discurso no se adecuó al marco previo, y opinaron que tampoco los productores que recibieron los ANR merecían ello.

Como sea, si sirve para ilustrar lo que pasó en el mediodía paranaense, quizá valga aventurar que si Luis Miguel Etchevehere decidió subirse al umbral de la campaña electoral con este posicionamiento, los ciudadanos no querrán saber qué aparecerá cuando se abra la puerta en el camino abierto de cara al voto.

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