Nación y Provincia enfrascados en una estéril interna por las viviendas
21/01/2019
Marcelo Casaretto e Iván Kerr no cesan en su escalada de declaraciones por las casas y obras complementarias. Gustavo Sánchez Romero

Innecesaria, pueril y hasta baladí resulta a esta altura la saga de declaraciones que cruzan desde el comienzo mismo de la gestión de Marcelo Casaretto entre el secretario de Vivienda de la Nación y el titular del Instituto Provincial de la Vivienda de Entre Ríos. Si bien la presencia del funcionario en el IAPV exacerbó las diferencias, los problemas en los pagos vendrían desde el inicio de la gestión de Bordet.
Está claro que la relación no fue buena desde el primer momento –asunción de Casaretto- y eso trasunta de un lado y del otro con los peores modos, y si bien hasta ahora sólo se trató de fuego elíptico sin nombrar al adversario –exceptuando cuando la pregunta era directa- este fin de semana la sangre llegó al río y hubo acusaciones frontales sobre la responsabilidad de las obras tanto de viviendas propiamente dichas como las complementarias para su funcionamiento óptimo.

Las primeras batallas fueron sutiles, con comunicados de ambas partes que llegaban a los periodistas donde se desconocía la existencia del otro y se adjudicaban la realización de las viviendas. Pero como desconociendo que más de 20 % de la población en el país sufre del creciente déficit habitacional, ahora la confrontación adquiere ribetes políticos ya que alguna vez el gobernador Gustavo Bordet apoyó los argumentos de Casaretto y ahora se sumó al intríngulis la diputada nacional de Cambiemos María Alejandra Viola quien declaró ligeramente acerca de la transparencia de los procesos sin constituir una denuncia formal.
Flaco favor le hace al escenario.

Con las inundaciones recientes en la provincia, declaraciones de Iván Kerr despertaron la reacción de Marcelo Casaretto, y si bien existe coincidencias en cuanto a las cifrras (al menos por aproximación) y la razón pone un pie de ambos lados del mostrador, ambos se muestran irreductibles y lo que se mantenía subterfugio emergió con el traje de la miseria.
Argumentos.
El funcionario nacional advirtió que es el “IAPV el principal responsable por la falta de obras” y lamentó que el responsable de IAPV (Marcelo Casaretto) no quiera trabajar en conjunto con el Estado Nacional “poniendo a la gente de rehén de su interés político”.
“El Instituto nunca quiso hacerse cargo del problema”, insistió Kerr, dijo que “desistió de ejecutar las obras según los requerimientos administrativos y nuevos estándares de transparencia establecidos por el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación. Para nosotros es una necesidad que las viviendas sociales sean otorgadas con justicia y transparencia, para que se termine con la discrecionalidad en el manejo de estos asuntos, donde muchas veces la gente terminaba siendo rehén del clientelismo político o de alguna agrupación para poder ser beneficiarios”, sostuvo.
Casaretto refutó estas declaraciones en el sitio Análisis Digital asegurando que “las viviendas para emergencia hídrica fueron prometidas por Macri y Frigerio a inicios de 2016 y asumí en el IAPV a fines de 2017, o sea más de un año y medio, casi dos años después de prometidas. O sea que para ese entonces ya tendrían que haberse terminado y entregado a las familias las viviendas que el Presidente y el ministro les habían prometido”. En este sentido, añadió que “la operatoria se hizo directo de Nación a los Municipios, tanto en la gestión, el envío de los fondos y las rendiciones. Parece que a los funcionarios nacionales les ha dolido el informe realizado por un diario de Entre Ríos. Tendrían que anunciar cuándo van a terminar esas viviendas en vez de buscar cruces políticos entre dirigentes”.
Números.
Reavivadas las llamas de la polémica, los números definen la situación, y se advierten más coincidencias que otra cosa, lo que pone al entuerto en terreno político, donde las diferencias se muestran en los flujos de los fondos y las cuestiones operativas.
Casareto confiesa que algo de “guita” fueron poniendo desde Nación, pero no en tiempo y forma convenida.
Reseña que en 2016 se giraron 800 millones; en 2017 llegaron a Entre Ríos 700, unos 100 millones menos que el año anterior; el año anterior las remesas alcanzaron los 400 millones, la mitad del primer año, lo que marca el desfinanciamiento que su sufre el organismo provincial, con el agravante –asegura el funcionario oriundo de Rosario del Tala- que con una inflación que fue del 40%; 25 % y 50 %, respectivamente, profundizando el perjuicio mayor perjudicando también en lo financiero, y que Kerr no asume.
“Cuando fui convocado por el gobernador Gustavo Bordet nos encontramos con una deuda importante de fondos de parte del Gobierno Nacional. Esa deuda se mantiene entre los 350 millones de pesos y los 400 millones de pesos, desde ese momento, hasta hoy. Además, que no asumen las determinaciones de precios a las empresas por el proceso inflacionario. Así que decidimos terminar esas viviendas con fondos 100 % provinciales”, focalizó Casaretto.
Por su parte, desde Nación replican con sus propias cuentas.
Dicen en Buenos Aires que el IAPV “cedió a sus municipios la ejecución de 1350 viviendas de emergencia; implicando esto un gran esfuerzo de gestión por parte de los municipios que muchas veces ven sobrepasadas sus posibilidades”.
El secretario de Vivienda recordó que “el Estado Nacional le solicitó a la provincia que adjudique viviendas que ya estaban en ejecución para resolver la situación de emergencia pero tanto el director del instituto como el gobernador se negaron”, y agregó: “También recibieron fondos del FONAVI pero resolvieron no destinar un peso a viviendas de emergencia. No quieren avanzar con estas viviendas porque no generan recupero al IAPV. Casaretto debe terminar con el clientelismo político en la entrega de vivienda y antes de señalar errores ajenos sería razonable evaluar las responsabilidades que le son propias”.
El Gobierno Nacional remarcó que la provincia de Entre Ríos cuenta con 521 millones para la construcción de Viviendas, Módulos Habitacionales y Mejoramientos para situaciones de emergencia, restando transferir aún para dicho fin 324 millones, lo que hacen un total de 845 millones destinados a este tipo de soluciones de emergencia generalmente provocadas por inundaciones y/u otros desastres naturales.
En este punto coinciden en que la deuda se ubica en el rango que la pone Casaretto, pero el titular de la Cartera del Interior, Rogelio Frigerio, se suma con más nafta asegurando que “Entre Ríos ocupa el segundo lugar en cuanto a la transferencia de fondos para la Vivienda desde Nación, recibiendo un 9% del total del presupuesto, siendo superada solo por Buenos Aires que recibe un 12%”. Destaca también el economista que las 4512 viviendas sociales finalizadas, y de las más de 2500 entregadas entre diciembre de 2017 y diciembre 2018, han recibido las suyas numerosas familias en estado de vulnerabilidad debido a su localización en zonas inundables de la ribera y han sido relocalizadas en nuevos complejos habitacionales.
Prensa.
La grieta se dirime hoy en los medios de comunicación, aunque muchos no consignan ambas posiciones. Casaretto dice que es una forma que tienen desde Nación de “distraer” a los entrerrianos ya que mientras no cumplen con sus obligaciones envían comunicados haciéndose cargo de viviendas que termina Entre Ríos con fondos propios. “Mientras tanto Kerr ni pisa la provincia”, subraya.
Desde el otro rincón, como poniendo el primer pie en el atril electoral y anticipando lo que se vivirá este año, hablan de procedimientos vidriosos y clientelismo político, cosa que en Entre Ríos ha sido más que una pauta cultural durante muchos años en la materia, sin que esto implique que lo sea ahora, en una gestión provincial que aún no conoce denuncias de este tipo.
Si está claro, más que claro, que esta polémica pública no redime a ninguno y no hace más que denigrar y debilitar un necesario debate acerca de cómo se resuelven los déficits de viviendas en una provincia con focos de alta vulnerabilidad social dónde ambas partes deberían aportar para ir encontrando caminos de resolución.
El encendido debate queda reducido al interés de los círculos áulicos de ambas partes, mientras la población los mira por TV, al tiempo que los damnificados se toman una garompa, mientras van tirando para no aflojar.