El Sindicato de la Carne de Paraná también rechaza el cierre de las exportaciones

30/05/2021

La situación derivada del conflicto “es bastante preocupante” para los trabajadores, remarcó Omar Gareis, el secretario general de la Filial Paraná, para quien puede repetirse lo que sucedió en 2006. Abogó por el diálogo entre las partes y pidió al Gobierno que “nos mire y vea que nuestra realidad es crítica”. Danilo Lima

En medio de la durísima disputa entre la administración del presidente Alberto Fernández y la cadena de ganados y carnes, y con un cese de comercialización de hacienda dispuesto por la Mesa de Enlace que transita hoy su décimo primer día, los trabajadores de la industria frigorífica temen ser, una vez más, los que terminen pagando los platos rotos, como ya sucedió a partir de 2006.

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Desde la Filial Paraná del Sindicato de la Carne salieron a expresar su desacuerdo con la decisión del Gobierno nacional de cerrar por 30 días las exportaciones. “Esto es un error que tendrá consecuencias para los trabajadores, como en 2006”, advirtieron.

“Entendemos que el país no tiene un problema de abastecimiento de carne, sino de acceso. Los argentinos venimos perdiendo poder adquisitivo y cada vez nos cuesta más comprar”, señalaron a través de un comunicado. Y alertaron: “Una medida que restringe las exportaciones de carne no evitará que haya inflación ni que bajen los precios en el mediano plazo no sólo habrán subido sino que habrá menos producción. Ya sucedió en 2006: se cerraron las exportaciones temporalmente, pero el mercado fue intervenido nueve años. Los resultados: el precio de kilo de carne subió, las exportaciones cayeron, se cerraron frigoríficos y se perdieron miles de puestos de trabajo”.

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Preocupación.

Omar Gareis, secretario general de la Filial Paraná del Sindicato de la Carne, en diálogo con DOS FLORINES, remarcó que la situación es “bastante preocupante” para los trabajadores porque, además del conflicto por el cierre de las exportaciones, “el poder adquisitivo de los salarios es muy bajo”.

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“Ya pasamos por esto en 2006 cuando las exportaciones se cerraron por mucho tiempo y realmente nos preocupa mucho”, subrayó.

Los trabajadores, protagonistas involuntarios de este conflicto, “estamos a favor del diálogo para ver si, junto con las empresas, las entidades del campo y el Gobierno, se encuentra una solución” porque “ni el cierre de las exportaciones ni el paro es la solución”.

“Queremos trabajar”

Gareis dijo que “los trabajadores queremos trabajar” y recordó que durante esta pandemia “hemos puesto el pecho a las balas, con muchos compañeros complicados porque somos trabajadores esenciales, y hoy nos gustaría que el Gobierno nos mirara un poco y viera que la situación es crítica para los trabajadores, que somos los que siempre terminamos pagando los platos rotos”.

– ¿Cerrar las exportaciones es una herramienta válida para que los precios de la carne bajen?

– Los precios de la carne van a seguir de la misma manera. Vuelvo a 2006: se cerraron las exportaciones y los precios no bajaron. No es el modo ni la forma para conseguir ese objetivo.

– ¿Temen suspensiones o despidos?

– Ya hay muchachos a los que (el frigorífico) Carnes del Interior no les renovó los contratos y tenemos miedo de que haya más medidas en contra de los trabajadores, como suspensiones por ejemplo. Y, por eso, estamos tan preocupados y pedimos que las partes se sienten a dialogar, a buscar soluciones, sin perjudicar a los trabajadores.

– ¿Cuántos trabajadores fueron despedidos a partir de 2006 cuando también se cerraron las exportaciones?

– Cerraron 120 frigoríficos y, más o menos, unos 10.000 trabajadores fueron despedidos.

– ¿Por dónde pasa la solución a este conflicto?

– El problema no se soluciona cerrando las exportaciones, la solución pasa por el diálogo. El poder adquisitivo de los salarios está muy bajo, la canasta familiar sigue subiendo y, en este marco, lo que nosotros queremos es seguir trabajando.

Un trabajador de la carne cobra alrededor de 45.000 pesos de básico –cuando la canasta familiar está entre 60.000 y 70.000 pesos– y la inflación nos come el sueldo constantemente. Y, además, si la actividad en los frigoríficos cae, nosotros perdemos premios por productividad. Por eso, insisto otra vez, queremos trabajar.

Debemos crear las condiciones para generar más trabajo y reducir la pobreza y eso se logra produciendo y exportando más, no menos.

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