Las exportaciones generan trabajo, dinamizan la economía y evitan crisis
13/04/2021
Referentes de distintos rubros se manifestaron sobre la situación actual y las visiones a futuro de sus áreas. Dos Florines
Representantes de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) presentaron, con invitados especiales, los números de las exportaciones de 20 complejos agroindustriales, con más de 200 datos. En el evento virtual transmitido por YouTube participaron: Carlos Schilling, presidente de FADA; Gustavo Vitelli, de la Comisión Directiva de FADA; David Miazzo, economista Jefe de FADA; Nicolle Pisani Claro, economista de FADA; María Marta Rebizo, gerente de Asuntos Económicos y Comerciales de Ciara/CEC; Sergio Rey, jefe Promoción Externa del Ipcva; Daniel Fenoglio, vicepresidente de la Asociación Argentina Productores Porcinos y presidente Cámara Empresarios Porcinos BA; y Javier Rotondo, presidente de Cartez. Mauricio Bártoli fue el periodista que moderó el encuentro.
“En las exportaciones no solamente se genera empleo, también se genera dinamismo, arraigo: las exportaciones no son un antagonismo con la producción interna y la garantía de que lleguen los alimentos a la mesa de los argentinos. Es un ganar-ganar: cuantas más exportaciones haya, más dinamismo hay en el país y en las distintas regiones. Ese es el mensaje que deja este trabajo”, dijo Bártoli al abrir la charla virtual de FADA.
“Una cosa no quita a la otra. Argentina no tiene un problema de producción de alimentos sino un problema de distribución y acceso económico a los alimentos: somos el quinto país a nivel mundial que más consume pan y también exportamos el 59% del trigo, alcanza para abastecer el mercado interno y también el externo”, afirmó Pisani Claro. “Por lo que lo más importante es producir más y exportar más para generar más empleo”, agregó Miazzo.
Ganadería.
Sergio Rey, el jefe de Promoción Externa del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), explicó los desafíos con los que se enfrenta Argentina a la hora de exportar carne vacuna. “El 2020 fue un año muy difícil y un gran desafío, la situación de pandemia ha tenido un impacto negativo en el valor de las exportaciones, sobre todo en el caso de Europa, donde gran parte de nuestras exportaciones está destinada al sector de la hotelería y restaurantes”, comentó. “Estamos trabajando para abrir nuevos mercados de alto valor, para poder instalar la marca “carne argentina” en otros países, y para eso es necesario posicionarnos, pero también hacer mucho énfasis en demostrar el cumplimiento de todos los protocolos que la situación actual impone”.
El Ipcva “está haciendo un gran esfuerzo de promoción en el mercado de China. Lo venimos trabajando desde 2005, Asia es otro mundo totalmente distinto”, remarcó.
En este sentido, Daniel Fenoglio comentó los cuatro pilares necesarios para exportar carne de cerdo y cómo se encuentra Argentina: sanidad del país, inocuidad, competitividad y negociación. En sanidad, Argentina es libre de casi todas las enfermedades que hay en el resto del mundo. La inocuidad es la calidad del producto, que Argentina la tiene. En competitividad, el país es competitivo a nivel producción primaria, falta un poco a nivel país. Respecto a la negociación, se viene trabajando fuertemente en la apertura de nuevos mercados. “Entendemos que es un trabajo que se debe hacer de manera sectorial, y por eso se comenzaron a formar grupos de productores y frigoríficos, es un trabajo conjunto”, concluyó.
El Monitor de FADA arroja que la cadena de la carne de vaca genera más de 100 mil empleos en su circuito de exportación. “Éste es sólo un ejemplo, ya que la creación de puestos de trabajo se replica en todas las cadenas agroindustriales e implica empleos de distintos tipos”, afirmó Pisani Claro.
La mirada del productor.
“Nuestra visión es de una enorme potencialidad, pero hay algo que nos desvela: sostener esa situación, tener la previsibilidad necesaria para que este enorme eje que tiene muchísimo más para dar, sea sostenible. Hay una realidad desalentadora y cortoplacista: no sabemos si mañana va a haber un aumento en retenciones, mayor carga tributaria, no hay acceso al crédito, no hay infraestructura, los costos se incrementan. El panorama es incierto”, expresó Rotondo, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez)
El productor también planteó un desafío a todos los que conforman el sector. “A las entidades agropecuarias nos queda la enorme tarea de que el argentino común entienda y tome parte de esta enorme bandera que es la producción agroindustrial argentina como salida de crecimiento”, subrayó.
“Solamente cambiando la forma de pensar del ciudadano, viendo al agro y a la agroindustria como su aliado estratégico, para lograr un mayor desarrollo en su actividad y crecimiento, va a ser la forma de cambiar el destino de nuestro país”, manifestó Schilling, presidente de FADA.
Algunos datos de soja.
La Argentina tiene un perfil exportador en el cual el grueso de la soja que se produce es molido en Argentina y exportada como producto transformado, ya sea en harina o aceite, y esto pone al país en una mejor posición que muchos otros países porque permite exportar a mayor cantidad de destinos, y no solamente a China. “Si exportáramos principalmente poroto, como Brasil o Estados Unidos, dependeríamos esencialmente de lo que determine China y las políticas que imponga ese país para ese producto”, expresó Rebizo.
Una actividad que beneficia a todos.
“La exportación es aporte de dólares, dólares que hacen falta para comprar elementos de consumo, servicios y para cubrir déficit de balanza comercial de otros sectores. También sirven para dar respaldo a nuestra moneda, a través de los dólares que ingresan, y para bajar el endeudamiento externo. Otro eje es el empleo, cada vez que exportamos un producto argentino generamos trabajo argentino”, expresó Gustavo Vitelli, de la Comisión Directiva de FADA.
“Creo que hay que ver a la exportación como una bendición, que es lo que FADA intenta hacer con este trabajo”, reveló Vitelli.
Los economistas de FADA también explicaron por qué todos necesitamos de las exportaciones a diario en nuestras casas. “Porque cuando vendemos afuera granos, carnes, frutas, legumbres, etc., entra el dinero que necesitamos para poder comprar lo que no producimos acá. Muchas de las cosas que consumimos cotidianamente no las producimos nosotros, entonces necesitamos que los demás países nos compren nuestros granos, aceites, vinos, lanas, carnes, para que entre ese dinero que luego utilizamos poder tener Netflix, autos, ropa o poder viajar”, enfatizó.
Además, con esas divisas que entran, se hace posible que operen otros rubros que necesitan de los dólares que genera el agro. De esta manera, se van generando miles y miles de puestos de trabajo en ámbitos industriales que de otra forma no podrían operar.
Las exportaciones agroindustriales de los últimos meses fueron el 69% de las exportaciones totales del país. Es decir, siete de cada 10 dólares entran al país por las ventas al mundo. En dinero, fueron más de 38 mil millones de dólares que ingresaron. “Para nuestras familias parecen cifras lejanas, pero el punto clave es que en empleo fueron otros miles de trabajadores que obtienen nuevos empleos o mantienen sus puestos de trabajo gracias al circuito de exportar”, apuntó Miazzo.
El informe también revela que, en 96 países disfrutan nuestros vinos, uvas y derivados y que con nuestro maíz llegamos a 89 países. Además, estamos presentes en las picadas y comidas de más de 65 países con nuestro maní, aceite y derivados. “Es un orgullo estar en esta infinidad de países, pero más importante aún es reparar en los empleos argentinos que involucra venderle a otros países”, destacó Pisani Claro.