Con resignación, empresarios entrerrianos se hacen a la idea de pagar el bono

07/11/2018

La mayoría considera que “será obligatorio” y “no les quedará otra”, aunque hablan de situación muy difícil. DOS FLORINES

Ante la casi confirmación que los empleados formalizados del sector privado cobrarán un bono de fin de año de unos 5000 pesos –aunque aún no estén totalmente confirmadas las condiciones que tendrá el decreto del Poder Ejecutivo Nacional- DOS FLORINES realizó una recorrida por empresarios y sectores productivos. El objetivo fue auscultar cuál era el ánimo y expectativas de quienes deberán afrontar esta erogación –al menos todo indica que así será- y en qué condiciones deberán hacerlo.

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Ante la consulta se advierte resignación y a regañadientes admiten que “no les quedará otra” que afrontar el pago del bono. Sin embargo expresan honda preocupación por la situación de la economía en general y de sus empresas en particular.

Todos hablan de altos costos, de pérdida de rentabilidad, de falta de certidumbre, de altos impuestos y un sinnúmero de avatares que deben sumar a esta decisión que, a nivel nacional, ya ha encontrado voces disonantes que consideran que seis de cada 10 empresas no podrán afrontar el bono de fin de año.

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Testimonios.

Jorge López, presidente de la Federación Económica de Entre Ríos (Feder) y titular del Centro Comercial e Industrial de Paraná, le dijo a DOS FLORINES que afrontar el pago del bono “va a ser muy difícil” porque “ya es difícil cumplir con los compromisos establecidos, imagínese una nueva obligación”.

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En el sector comercial, de manera especial en las Pymes, recordó López, “la relación entre empleado y empleador es casi familiar, porque en la mayoría de los casos son empleados de muchos años, y, para decirlo coloquialmente, la vamos remando juntos. Y, más allá de este bono, nos vamos arreglando para seguir sobreviviendo, cumplir con nuestras obligaciones y, sobre todo, mantener las fuentes de trabajo”.

En tanto, las cooperativas agropecuarias, por su lado, analizarán el tema este viernes cuando se realice en Paraná la asamblea de la Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco). El presidente de la entidad, Daniel Kindebaluc, sin embargo, adelantaron que “las asociadas van a pagar el bono” porque “todo indica que será obligatorio y, además, porque entendemos que corresponde dada la alta inflación” que erosionó el poder de compra de los salarios de los trabajadores. El dirigente, no obstante, consideró que el pago del bono quizá genere “alguna complicación financiera” en determinadas cooperativas, pero igualmente “vamos a cumplir”.

Dudas.

En la tarde de este miércoles, DOS FLORINES consultó a un importante empresario del rubro perfumerías de la ciudad que prefirió mantener el anonimato ya que no “conocía del todo la información y esperaba precisiones”.

Sin embargo, comentó off the record que “por lo pronto aguardaban la confirmación oficial y saber cómo va a ser la aplicación”. “Queremos ser cautelosos al momento de dar definiciones sobre el tema, a la espera de conocer la modalidad de implementación y si se va a tratar de una acción colectiva o de algunos sectores”. Más allá de estas consideraciones, señaló sin dudar “que prefería un aporte que beneficie a los trabajadores, por sobre el Estado, y si es una medida que alcanza a diversos sectores, que sea un esfuerzo compartido”.

A su turno, Patricia Popelka, titular de Elevadores Neumáticos, también dialogó en exclusiva con DOS FLORINES y admitió que si bien su firma “sería de las empresas que eventualmente podríamos acordar con nuestros empleados el esfuerzo de pagarlo”, consideró que el acuerdo debería darse “empresa por empresa”.

“Es empresa por empresa, dependiendo del sector en el que están trabajando y de cuál es la cartera de clientes, si es local o si tienen exportaciones”, explicó, y distinguió: “Son muy dispares las situaciones y habrá que confiar en que las empresas con sus empleados lo puedan negociar y llevar a buen término”.

“Al bono, de poder afrontarlo, la empresa debería hacer el mayor esfuerzo porque todos sabemos lo que es la situación actual y que es una manera de descomprimir la tensión que hay por los desastres en la economía en distintos órdenes. Pero apuesto totalmente a que la negociación sea entre las partes, cada empresa con sus empleados”, argumentó.

En esta línea, Popelka remarcó que generalmente los empleados saben con mucha claridad cuál es la situación de la empresa, por lo que podría primar el “sentido común para no exigir algo que una empresa no pueda dar y si una empresa lo puede dar, que realmente lo afronte y lo cumpla”.

Al respecto, dio cuenta de que la realidad propia de cada firma es clave. “Tenemos empresas que están suspendiendo gente, acortando los jornales semanales de trabajo. Empresas en esa situación, obviamente les resultará difícil afrontarlo. Y hay otras, como nosotros en particular que tenemos una venta casi del 90% de exportación, que a pesar de los vaivenes nos defendemos mejor”, sostuvo.

Construcción.

Iván Szczech, en representación de los empresarios de la construcción de Entre Ríos, manifestó ante la consulta que las empresas podrían afrontar el pago del bono, aunque aclaró que terminará encareciendo la obra. “Estarían en condiciones debido a que se les reconoce a los empresas este costo. El tema es que toda suba de costos, más aún en el sector privado, hace que nada confluya en mayor inversión”, argumentó. Respecto de estos detalles, aclaró cuál es el mecanismo de actualización de precios utilizado en el sector. “Las empresas de la construcción tienen dos mercados en los cuales trabajan. Tanto en la obra pública como privada, se manejan los contratos con una redeterminación de precios, en función justamente de los aumentos salariales o de insumos. En la parte pública, es a partir de los índices del Indec o la Provincia según el contrato; en la parte privada, con el índice de la Cámara de la Construcción”, precisó.

En este sentido, anticipó que, de ser obligatorio por pedido de Gobierno nacional, el problema sería financiero. “El pago del bono a fin de año, en ambos casos, es una cuestión financiera, debido a que lo estaríamos pagando, pero cobrando en cuanto se produzca la redeterminación de ese período, sea diciembre y enero, en los cuales están previstos los pagos”, sostuvo.

Por su lado, Sergio Corso, referente del sector foresto industrial entrerriano y titular de Maringa Maderas entendió que la novedad llega en un mal momento porque su cadena “está recontracomplicada”.

“Todo indica que esta medida es inminente, pero nuestro sector no tiene ningún tipo de financiamiento para capital de trabajo, menos tendremos para este costo, y desde el Estado no nos dicen cómo haremos para pagarlo”, describió el empresario de Federación.

En este sentido que mañana (por este jueves) tienen previsto una reunión a nivel nacional para abordar el tema, teniendo en cuenta que ya de por sí noviembre y diciembre son meses complejos para los madereros de todo el país. “La realidad es que la mayoría de los aserraderos está trabajando hoy por hoy tres días a la semana por la caída de la actividad, y hoy nos está preocupando la pérdida de rentabilidad y uno no sabe si está trabajando para ganar o directamente estamos financiando con nuestro patrimonio las pérdidas”, lamentó Corso. De todas maneras adelantó que esperará la letra chica del decreto.

En la paritaria.

El sector lácteo nacional –el entrerriano incluido- tiene otra realidad, aunque ya decidió pagarlo, pero de una manera singular.

De acuerdo a lo informado este miércoles a este sitio por Eduardo Tonutti, el bono de fin de año ya está incluido en el acuerdo paritario. Es que en la siesta de hoy, Atilra (el sindicato de la industria láctea) y las cámaras empresarias llegaron a un acuerdo que implica un aumento del 15 % al 32,5 % que se había acordado hasta ahora, por lo que terminará computando un 45 % anual de aumento. Más acorde con la inflación, pero sin cláusula gatillo.

Según el empresario de Villa Libertador San Martín, los tiempos apuraban ya que los lácteos habían avanzado en un paro nacional que tendría lugar este jueves, y la negociación paritaria descomprimió la situación y la paritaria quedó cerrada. En el acuerdo, se contempla que los 5000 pesos (que serían 7.500 si contiene cargas sociales) está incluido dentro de los porcentajes y los trabajadores de usinas lácteas tienen el bono incorporado, por lo que se decidió pagarlo dentro del convenio, que terminará de pagarse allá por mayo del año que viene.

De este modo, y al final de la rueda, se concluye que todos los consultados –con ribetes- admiten que deberá pagarse, y no hay tu tía.

De alguna manera, la estrategia del gobierno nacional de descomprimir diciembre entra en un camino de resolución, y se volcarían varios miles de millones de pesos al mercado interno, luego de engrosar el menguado salario de los trabajadores privados a costa del empresariado nacional.

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