ENFOQUE

Redes sociales, políticos y política

 

Días agitados transcurrieron a fin de septiembre donde declaraciones hechas en redes sociales de legisladores de nuestra provincia ocuparon el centro de la escena política, llegando incluso a los medios nacionales. Tales sucesos deben ser tenidos en cuenta, deben ser pensados y usados como ejemplo de lo que no debe hacerse en redes sociales.

Abelardo Del Prado (*)

Ambos pueden erigirse en perfectos ejemplos para un manual de un community manager y asimismo en cómo no reaccionar en una situación de lo que se conoce como “comunicación de crisis”.

 

Machista y vulgar.

La noche del 20 de septiembre encontró en off side al diputado nacional Jorge Barreto cuando tweeteó “esta noche con tu hermana y mañana con tu vieja” ante una provocación de la cuenta @PachaMori. Esta cuenta no pertenece al verdadero Oscar Mori, sino que toma su apodo para hacer chistes ácidos y provocar a distintos políticos de la provincia. En esta ocasión la cuenta fake, ironizó sobre los legisladores Juan Manuel Huss, y Barreto. El tweet de la discordia fue “Los niños @juanchohuss @CaroGaillard y @dipnacjbarreto festejan esta noche o mañana la #Estudiantina?“, decía @PachaMori.

La legisladora Gaillard optó por el silencio y Huss salió del paso contestando con un poco de humor, para mantenerse al margen de la escena en twitter. Barreto, en cambio, continuó: “No me rompás las pelotas si no te gusta la respuesta. No sé quién sos ni me interesa saberlo”, escribió.

Al otro día, el insultante y machista episodio generado por la cuenta del diputado del FPV, Barreto, tomo trascendencia en la mayoría de los medios. Ante la dimensión que tomó el hecho, al otro día por la tarde el diputado salió a aclarar la situación. El legislador entrerriano justificó el accionar desligándose de los tweets mediante un posteo en Facebook, donde explicó que un equipo moderador estaba a cargo de sus redes sociales, y que había apartado de sus funciones a quien había sido el verdadero responsable de los polémicos mensajes.

“Quiero aclarar que tanto mi Facebook como mi twitter son administrados por un equipo al que le he confiado el manejo de mis perfiles en dichas redes sociales”, afirmó Barreto, y agregó: “La persona responsable de la publicación de tan desafortunada respuesta ya ha sido desafectada de mi equipo de trabajo“.

 

Humor irresponsable.

David Cáceres, el joven edil del FPV, nunca pensó la repercusión que tendría la pequeña “humorada” que protagonizó en twitter, la cual llegó a la tapa de los medios nacionales. En el día de la paz, y ante el histórico acuerdo que realizó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, con las FARC, Cáceres escribió: “Hoy es un buen día porque @mauriciomacri se va a Colombia! Y sería un gran año si las FARC se lo guarda un tiempo…”.

Ante la reacción de otros usuarios de la red, borró el tweet y aclaró que era un chiste, pero distintas capturas de pantalla circularon en la red social de todos modos. Lo extraño sucedió cuando el concejal justicialista, ya cometido el exabrupto, ¡se disculpó pero con los guerrilleros!, publicando: “Pido mil disculpas! Las FARC no se lo merecen… ellos no tienen la culpa de 1,5 millones de nuevos pobres…”. Junto a esto prosiguieron toda una serie de tweets donde se justificaban sus palabras y pedido de secuestro del presidente Macri, fundado en otros problemas de actualidad, por los cuales responsabiliza al primer mandatario.

Entrada la noche, la historia llegó a medios nacionales como Radio Mitre, La Nación, Infobae, Perfil y Clarín, entre otros. Frente al inesperado protagonismo, callar fue la primer opción que tomó el edil durante las primeras horas. Ya al otro día a la mañana, cuando el oficialismo local salió al cruce de las declaraciones poco felices del joven kirchnerista, el mismo salió a pedir disculpas diciendo que fue “un acto fallido”. Dijo así: “Fue un error, pido disculpas, pero me parece que tuvo una repercusión desmedida, creo que hay hechos de la realidad que deberían ser analizados mucho más en profundidad que esto”, expresó Cáceres, y añadió: “En la red social twitter se frecuenta mucho usar un tono jocoso, satírico, de ironía, de broma”, dando a entender por qué se había extralimitado. Además remarcó que tampoco quiere “banalizar ni hacer un juicio simplista al largo proceso de paz en Colombia”.

 

Lo que no hay que hacer.

Resulta difícil de comprender cómo pueden realizarse tantos errores juntos en ambas situaciones. Comenzando por lo obvio, hay una clara incomprensión del funcionamiento y la lógica de twitter, no entienden los códigos, su uso, los distintos tipos de usuario, quiénes la utilizan o para qué. Ambos legisladores tienen, pese a que lo haya desmentido, una cuenta de uso personal donde mezclan cuestiones institucionales con su vida personal. Ello se debe a que las administran de manera personal.

Es de destacar que usan la red social como si fuera un medio tradicional, subestimando la interactividad, limitando la misma a sus propios militantes. No entienden la convergencia de los distintos medios, no entendieron los tiempos que se manejan en las redes sociales, como así tampoco entienden el contexto o lectura de sus tweets. El amateurismo respecto de la comunicación política que expresan ambos casos llevaron estas pequeñas frases de 140 caracteres a una crisis en la cual los legisladores salieron gravemente afectados.

Lo extraño de la situación es que los mencionados episodios hayan venido de la mano de dos legisladores jóvenes. Contraintuitivamente uno pensaría que como contemporáneos de los nuevos medios y tecnologías sabrían cómo desenvolverse en los mismos, pero parecen hacerlo de forma tan inadecuada que parecen pertenecer a otra generación.

Los dos casos de crisis son dignos de ser considerados para manual. Es una gran lección de lo que no hay que hacer en estas situaciones.

En el caso del diputado nacional, el tiempo que tomó en responder fue inadecuado. Demoró mucho, por lo cual los otros actores políticos tomaron ventaja del exabrupto del mismo, permitiéndose definir la situación, agravando la posición del oriundo de Santa Elena. Cuando decidió actuar, tarde, lo hizo de una forma poco creíble en un medio al cual sólo acceden sus seguidores de Facebook, con el argumento de que echó a alguien. Inexplicable. Resultado: irresponsabilidad y pérdida de credibilidad.

El caso del edil Cáceres demuestra cuánto la acción con afán de enmendar las cosas pueden empeorarla. Una vez que ya estaba en agenda el tema, lejos de pedir perdón escribió más tweets en sentido contrario, demoró mucho en (no terminar de) pedir perdón, para luego justificarse, echarle la culpa a los medios por su propia acción para terminar haciéndose defender por su propia agrupación. Resultado: te definen los demás por tus (ya) propios atributos negativos “sobrino de”, violento, barra, poco preparado, irresponsable, no comprende su rol institucional, “negro peronista”, inculto, etc. Una rápida lectura de los comentarios en los distintos portales locales o nacionales deja ello bien en claro.

Basta ver el accionar del compañero de bancada de Barreto, @juanchohuss, para ver cómo sortear hábilmente la situación, contestó con humor y en complicidad con @PachaMori y fin de la cuestión.

Es un problema recurrente que nuestra dirigencia aún no entienda el uso de las redes sociales. La mayoría de ellos las usan como complementos de sus asesores de prensa, con largos comunicados, incontables fotos y cero interacción. No es un tema menor, parece serlo, pero debemos recordar que no se puede gobernar bien si se comunica mal, es una tarea inherente al accionar político y más aún en el siglo XXI. Comunicar bien legitima el accionar de los distintos actores políticos, acerca la ciudadanía a quienes la gobiernan y fortalece la representación política. En definitiva, es una responsabilidad del político para con la democracia. Un mal desempeño, como lo muestran estos ejemplos y por banal que suene, termina lesionando la credibilidad y los fundamentos de nuestro sistema democrático.

 

(*) Politólogo.

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