EMPRESAS

Sin Libertad y casi 12 años después, se construye un complejo deportivo en el ex Hipódromo

Medcoar y socios locales están levantando un complejo deportivo y gastronómico y se anuncian otros proyectos.  Gustavo Sánchez Romero

Llevará por nombre La Masia, en homenaje al semillero que el Football Club Barcelona posee en Cataluña y que ha trascendido el mundo. Tendrá ocho canchas de fútbol 5 y fútbol 7 de medidas profesionales, infraestructura de servicios moderna y un espacio para la integración gastronómica donde habrá servicio de comidas y cerveza artesanal.

Así es el proyecto del complejo deportivo y recreativo que la consultora Medcoar, de Emilio Luti, comenzó a construir hace tres semanas en el ex predio del Hipódromo y donde ya se realizaron los trabajos de movimiento y compactación de los suelos.

Pasaron 12 años desde que el Jockey Club presentó quiebra con una deuda de más de 12 millones de pesos de entonces y que Grupo Libertad  junto a un puñado de inversores locales adquirieron para hacer una inversión vinculada a un hipermercado, edificios modernos  y otros servicios.

Por distintos motivos aquel megaproyecto que Libertad presentó a Julio Solanas, consolidó con José Carlos Halle, continuó con Blanca Osuna y aseguró ante Sergio Varisco no se concretó. Ahora la situación tomó un giro inesperado  y un grupo de jóvenes emprendedores de Paraná vinculados al deporte, se asociaron a Luti y realizarán una inversión millonaria para construir La Masia, que tendría el césped sintético Forbex, el que la FIFA homologa en el Barcelona y que cuesta varios millones y que ya está en Paraná.

Como ocurre casi siempre en estos casos, los empresarios prefirieron no precisar la inversión que desplegarán y optaron esconder el número, aunque sin duda tendrá varios ceros.

Avance.

Es esperable que con este movimiento de peón los otros proyectos que están agazapados y finalmente comiencen a despabilar los alfiles y vayan adquiriendo forma.

Es que de este modo queda atrás más de una década de frustraciones donde hubo de todo. Proyectos, contraproyectos, aprobaciones, pedidos especiales, impulsores, detractores, desidia, burocracia, apoyo oficial, la inversión del nuevo hipódromo en Oro Verde, la construcción de más de 30 viviendas para los ocupantes del predio, los irregulares stads que no se quieren ir con importantes personajes que son dueños de los caballos detrás y aún hoy siguen apostados sobre calle Maciá,

Se sucedieron ediles, funcionarios, CEOs de grupo Libertad, inversores  locales y finalmente lo que alguna vez fueron 22 hectáreas privilegiadas que se erigían en el centro de la ciudad, sólo para unos pocos, verá una nueva luz con nuevas formas.

Es que a la inversión anunciada de este complejo se conoció –según fuentes consultadas- que Banco Nación ya tiene previsto comenzar las obras de lo que será su primera sucursal en la ciudad, sobre calle Artigas, y hasta la Caja de Previsión Médica adquirió 6.000 metros cuadrados para trasladar toda su infraestructura al predio.

Poco queda de aquel terreno unívoco y uniforme, como también poco queda de las ideas de Grupo Libertad.

Todos los inversores locales que adquirieron terrenos entre los que se encuentran inversores, hombres de la construcción y del negocio automotriz esperaban que Grupo Libertad diera el primer paso para convertir su propiedad en una renta diferenciada, y darle finalmente a la ciudad un proyecto de futuro como se había prometido y que había generado muchas expectativas.

La idea se largó por donde menos se esperaba; un complejo deportivo que se levanta sobre 4600 metros cuadrados.

Proyecto.

El proyecto que aprobó el Concejo Deliberante restaba terrenos a los privados con los espacios públicos, las calles y el terreno que la Municipalidad cedió al club Paraná. La Plaza de las Mujeres Entrerrianas se levanta sobre 2.700 metros cuadrados, y Libertad aún posee 64 mil metros cuadrados, en el corazón mismo del predio, sin que haya dicho esta boca es mía sobre qué piensa hacer con ellas.

Algunas décadas anteriores, en una de sus sucesivas crisis, el Jockey Club debió vender una lonja de terreno para cubrir deudas y sobre calle Almafuerte se construyeron locales comerciales que aún persisten.

Detrás de esos terrenos, sobre una franja ubicada a sus espaldas, ya están trabajando máquinas y hombres levantando la Masía.

Está prevista la realización de torneos y competencias para darle vida al complejo que convocará también desde lo gastronómico y será un punto de encuentro, según aseguran sus organizadores y donde depositan muchas expectativas.  

Dicen en la oficina de Luti que está prevista la cesión en horarios especiales a instituciones sin fines de lucro para que puedan hacer uso y disfrutar del complejo que tendrá vestuarios femeninos y masculinos, porque también se espera atraer a la incontenible pasión femenina por el fútbol.

“Estamos trabajando con un sistema constructivo moderno donde se impone un concepto innovador, habrá cervecerías, comedor, y sólo hay un complejo en Rafaela que es parecido. Comenzamos hace tres semanas y esperamos poder inaugurarlo a mediados de octubre, con los primeros calorcitos. Ya se hizo el movimiento de suelo, la compactación, ahora viene el asfalto y luego la colocación del piso, que es de renombre internacional. Nos quedarán los muros de contención y el desagüe pluvial. El sistema de contratación será con una APP donde se pedirán y otorgar los turnos automáticamente”, adelantó el empresario ante DOS FLORINES ostentando el uso de herramientas modernas.

Futuro.

Luti adelantó también que están en carpeta la llegada de algunos inversores con proyectos muy importantes para la ciudad y que espera se puedan concretar. “En octubre llegarán inversores muy importantes que creen que Paraná puede ser una plaza para realizar algunos complejos vinculados con los servicios y el divertimento”, confió el empresario.

Como sea, y sin que esto signifique la panacea para uno de los terrenos más redituables y queridos por la ciudad, se echará a rodar la pelota en un juego donde la continuidad y el éxito dependerá de cuánto y cuándo arriesguen los tantos propietarios que hoy poseen parcelas y que esperan que la variable tiempo se conjugue con sus propios intereses.

Bussines are bussines. Las miserias de todos nosotros atraviesan también a los negocios en esta querida ciudad. Paraná lo sabe y a pesar de todo quizá el futuro le tenga deparado algo interesante para lo que lleva más de una década esperando.  Con todo, el viejo hipódromo se empieza a mover despacito y cambiará su cara. Que no parezca poco.

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