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El Shredlage, la tecnología que puede revolucionar la ganadería

En Agroactiva, Leandro Abdelhadi y Federico Sánchez explicaron la importancia del quebrado de granos en la alimentación animal. Dos Florines

Hace poco más de tres años, Claas ingresaba al país los primeros procesadores Shredlage, una nueva tecnología desarrollada en Estados Unidos que fue comprada por la empresa alemana para uso exclusivo a nivel mundial de sus picadoras Jaguar. Su capacidad para procesar granos con estado de madurez superiores al 50% de materia seca y la posibilidad de trabajar tanto en maíz como en sorgo indistintamente, significó un salto cualitativo en materia de producción forrajera.

Jaguar se presentó en AgroActiva 2019 como la auspiciante oficial del sector de “Acción Ganadera”. Allí el público no sólo pudo apreciar de primera mano las ventajas que otorga este innovador desarrollo en el procesado de granos sino también participar de capacitaciones para poder sacarle el máximo potencial y confeccionar reservas de alta calidad.

Qué es.

El Shredlage es un cracker que consiste en dos rolos dentados y calados con 110 y 140 estrías dispuestas en forma transversal, respectivamente. Ambos giran a una velocidad diferencial de 35% entre ambos rodillos, mientras que la separación entre los rolos quebradores puede ser regulada de 1 a 3 milímetros. Esta disposición permite picar el cultivo con mayor porcentaje de materia seca cuando el grano alcanza el estado de madurez fisiológica, ya sea con el objetivo de confeccionar un silaje con mayor cantidad de energía o ampliar la ventana de trabajo.

“La calidad del forraje depende mucho de la relación grano/planta que tenga el cultivo: a mayor proporción de granos, se logra más rendimiento por hectárea. Porque el grano es la parte de la planta que tiene mayor materia seca y es la porción más digestible para el animal”, señaló Leandro Abdelhadi, asesor en nutrición y productor agropecuario que pasó por la exposición realizada en Armstrong para comentar las virtudes de esta nueva generación de crackers.

En ese sentido, en la medida que los granos sean más maduros, el crackeado se vuelve cada vez más importante. El grano seco tiene pocas chances de ser aprovechado por el ganado, porque el almidón contenido en su interior, que es la parte energética, no logra exponerse. Esto ha generado una incongruencia en el funcionamiento de los crackers en general, ya que no se puede pretender un grano roto y un tamaño de picado grande. Hasta ahora, lo ideal era un cracker específico para cada cultivo: picado intermedio de acuerdo al tamaño de madurez del maíz y picado fino en sorgo.

Pero es esa la lógica que justamente viene a romper el Shredlage con su innovadora tecnología. “Este sistema de procesamiento permite que las partículas grandes que ingresan al crackeado de la máquina sean tocadas y desgarradas por los rodillos, que trabajan de forma más cerrada que en un cracker convencional aún con grandes volúmenes de material. De esta manera, el pedazo de tallo grande pierde su forma física, pero al mismo tiempo el nivel de lesión de los granos que se logra es superior”, apuntó el especialista.

Desde su invención hace ya una década, se hicieron numerosos estudios e investigaciones que avalan las ventajas que proporciona el Shredlage en el cultivo de maíz. Pero por la forma en que el procesador funciona, la velocidad diferencial entre ambos rodillos, y el tipo de diente que tiene el cracker, se trata de una tecnología que puede obtener también excelentes resultados en sorgo. Y ese es el desafío que se planteó Abdelhadi desde hace ya tres años con una serie de investigaciones que realizó en colaboración con la Universidad de Florida, Estados Unidos, y Claas Argentina.

Para el ensayo se hicieron tres tratamientos con una longitud de corte de 15 milímetros: picado sin cracker, con multicrop cracker para sorgo y con el Shredlage. “Comprobamos que este nuevo cracker permite lograr tan buena digestibilidad de la materia seca y del almidón como el cracker específico para sorgo. Pero además, logramos obtener una fibra más larga, con lo cual rompemos con otras de las problemáticas para el cultivo”, remarcó.

A este primer trabajo le sigue una nueva investigación que se está realizando en un campo experimental ubicado en Ranchos, provincia de Buenos Aires. “Estamos alimentando 24 vaquillonas en corrales individuales con dietas basadas en distinto silaje de sorgo: sin crackear, con cracker convencional y con el nuevo procesador. La idea es evaluar cómo impactó ese procesamiento no en laboratorio sino ya con animales en pie”, relata.

Algunos resultados preliminares se pudieron ver en el sector ganadero de Agroactiva, y suponen una solución para muchos de los problemas que actualmente tienen los contratistas de nuestro país. La posibilidad de procesar ambos cultivos con eficiencia y lograr un silaje de calidad con el mismo cracker, supone una ventaja competitiva enorme en el negocio.

Más ventajas.

Federico Sánchez, gerente de Producto de Claas, popr su parte, dijo que las picadoras nuevas están creciendo en potencia y en el ancho de los cabezales. Ya hay versiones de 9 metros”.

“El flujo de material que entra a la máquina es mucho mayor y lo que se ha buscado es progresar, además de la calidad del picado, en el trabajo que hacen los crackers”, agrega.

“Los crackers de nueva generación buscan hacer un partido del grano con mayor flujo de material pero también tratando de crackear granos con endosperma más duro que, es justamente, cuando se fija el almidón”, explicó.

El cracker Shredlage permite procesar granos de maíz aún en cultivos con estado de madurez superiores al 45% de materia seca, además de trabajar indistintamente en maíz o sorgo. “De esta manera, se incrementa el porcentaje de almidón en la espiga permitiendo aumentar la cantidad de energía que nos brinda este silaje de maíz que estamos confeccionando”, remarcó Sánchez.

“Así se obtienen dietas más equilibradas que derivan en una mayor producción de carne y leche del animal por kilogramo de materia seca”, añadió.

“Además, todos estos atributos se logran sin un mayor consumo de combustible respecto de un cracker convencional y sin que la capacidad operativa del equipo se vea afectada”, subrayó Sánchez.

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