La polémica diputada participó del Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos. Habló de narcotráfico y corrupción, y dijo que en nuestra provincia “hay que investigar todo”, desde Sergio Urribarri a Sergio Varisco. Danilo Lima
La polémica diputada participó del Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos. Habló de narcotráfico y corrupción, y dijo que en nuestra provincia “hay que investigar todo”, desde Sergio Urribarri a Sergio Varisco.
Danilo Lima | Dos Florines
Vestida con un suéter y un ajustado pantalón de cuero negro, con un pañuelo rojo al cuello, de muy buen humor, por momentos ácida, por momentos irónica, y siempre histriónica, la diputada nacional Elisa Carrió estuvo ayer en Paraná para disertar en el marco del XIII Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER) sobre “Transparencia para el desarrollo”.
La chaqueña defendió enfáticamente a la administración del presidente Mauricio Macri, cuestionó –como es habitual– al kirchnerismo y, antes de su exposición en el Foro Anual de los empresarios entrerrianos, dijo que estaba abriendo la hidrovía Paraná-Paraguay, desde Victoria para arriba, de delincuentes y narcotraficantes para su proyecto de pymes exportadoras. También le “pegó” al intendente Sergio Varisco y expresó su respaldo al diputado nacional Atilio Benedetti.
Carrió señaló que el Gobierno nacional “es transparente” y aseguró que independientemente de quién esté en el poder “yo denuncio, y yo soy la mayor denunciante de hechos de corrupción del presente Gobierno”.
La polémica legisladora, que despierta amores y odios, admiración y rechazo, expresó que en Entre Ríos “hay que investigar todo” desde el ex gobernador Sergio Urribarri hasta Varisco, y cuando fue consultada sobre si el alcalde paranaense debía renunciar –debido a las imputaciones por su presunta relación con el narcotráfico– dijo que esa decisión era “un problema de vergüenza de él”.
Carrió, seguidamente, expresó su respaldo a Benedetti. “Yo siempre estuve con Benedetti, con esa línea del radicalismo”, explicó, al tiempo que también alabó –“yo lo adoro”– al ex diputado nacional Jorge D’Agostino porque “fue un excelente” legislador.
Salón lleno.
Carrió fue la encargada de cerrar el Foro Anual del CEER, que se realizó en el Centro Provincial de Convenciones, y al revés de lo que sucede en los epílogos de este tipo de encuentros, el salón, con capacidad para más de mil personas, lució completo.
La diputada denunció que hoy en la ciudad de Buenos Aires hay “un claro clima golpista y corrosivo” de las instituciones, pero, advirtió, “no van a poder con la república”, y recordó que la Argentina “construyó un milagro que comenzó con la resistencia del campo a pagar impuestos inconstitucionales”.
La actual crisis económica, según el análisis de Carrió, demuestra dos cosas: por un lado, la alta dependencia de la Argentina de su producción primaria, y, por el otro, el fracaso de la política de sustitución de importaciones. “Esa política fracasó y no lo quieren reconocer, el campo siempre subsidió a esas industrias que fracasaron”, enfatizó, y opinó que “sólo funcionaron aquellas industrias vinculadas al campo como las metalmecánicas y toda la genética vinculada al campo, a las que ahora hay sumarles el software, el conocimiento y la educación”.
Dijo, en este sentido, que en la Argentina “tenemos que hacer bien lo que hacemos bien, poner mucho valor agregado a lo que hacemos, y hacer un gran país. Gobernar es repoblar el territorio, con ciudades inteligentes ligadas a campo, y éste es el verdadero proyecto federal, no el acuerdo entre gobernadores para ver cómo reparten comida. El verdadero acuerdo federal y regional es pymes exportadoras ligadas al conocimiento, al campo y a la producción”.
Ese modelo de producción, explicó, debe estar asociado a un modelo educativo “porque la integridad en este mundo significa un nuevo humanismo en medio de la xenofobia mundial, de un fascismo que busca la eliminación de muchos. Cuando veo a (Donald) Trump veo lo mismo que veía en Alemania en 1939”, comparó.
Y se explayó: “La cuestión educativa es central. Si el objetivo de Sarmiento fue la construcción de una identidad nacional, nuestro objetivo debe ser que nuestro hijos sean ciudadanos de un mundo que tiene que contener integridad y humanismo”.
Decisión.
Carrió, asimismo, fue enérgica a la hora de defender al presidente Mauricio Macri. “Veo en el Presidente una decisión de hacer una Argentina distinta, una decisión en serio”, subrayó, y puso como ejemplo las retenciones: “Subir las retenciones es el camino más fácil pero Macri decidió que no haya cambios”, remarcó.
Advirtió, sin embargo, que “no hay garantía de corrupción para ningún miembro del Gobierno” y si el Presidente comete un delito “va a ser investigado y, en todo caso, sometido a juicio político. Lo que no tenemos que permitir como sociedad es que nos tumben y nos golpeen los que se acostumbraron a manejar mafiosamente a la Argentina durante décadas”.
Bebé.
“¿Cómo te llamás, bebé?, le preguntó durante un momento de su exposición Carrió a Juan Diego Etchevehere, el presidente del CEER, y fue allí cuando la legisladora recordó la figura del fallecido director de El Diario, Luis Félix Etchevehere. “Cada vez que venía a El Diario él que me quería instruir. Era un hombre de muy buen humor, muy cómico”, rememoró.
De propinas y changas.
Carrió, por otra parte, defendió su polémico pedido a las clases medias para que dé “propinas y changas” porque, según explicó, “tres millones de personas” viven de eso. “Me llaman los cartoneros y me dicen que no tienen las monedas para el pan y la leche”, comentó.
En fin, Carrió pasó por Paraná y mostró una Lilita al 100%.
