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Esta podría ser la peor sequía en 90 años y en la Bolsa ya hablan de “desastre”

Los efectos climáticos en la provincia ya habrían generado pérdidas por 14 mil millones y la situación es “irreversible”. Gustavo Sánchez Romero

Casi simultáneamente con las negociaciones que la Mesa de Enlace provincial llevaba adelante con el ministro de Hacienda, Hugo Ballay, la comisión directiva de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos convocó a una conferencia de prensa de carácter “técnico” donde reflejaron con indicadores, tendencias, series y perspectivas una situación dramática para los cultivos de la provincia. Cerca del mediodía de este lunes, una mesa liderada por el presidente de la entidad, Néstor Luciani junto a los directores Eduardo Gherardi y Alberto Frangi presentaron los resultados técnicos elaborados para reflejar el dramático momento que vive Entre Ríos ya se encuentra en el umbral de vivir la peor sequía de los últimos 90 años.

Con la presencia de muchos periodistas y miembros de la comisión directiva, en el auditorio de la entidad de calle San Martín sobrevolaba una desazón generalizada producto de los indicadores que afirman que “ya no sólo se trata de las enormes pérdidas en el maíz, la soja de primera y la de segunda, sino porque no habrá resto para la siembra del nuevo trigo y la próxima campaña gruesa que está a la vuelta de la esquina con gran parte de los productores que se encuentran en situación de quebranto”, expresó un dirigente. De allí que por primera vez, al seno de las entidades del sector primario provincial empiezan a nombrar la palabra “desastre”, lo que implícitamente remite a que la emergencia decretada no alcanzará para cubrir el estado financiero y técnico de los hombres de campo.

De alguna manera, aunque no lo hayan dicho, buscan otro posicionamiento del Estado ante la realidad provincial. Es que sin duda no sólo los granos sufren la coyuntura, sino sectores como la ganadería, citricultura, avicultura, apicultura y otros verán mermadas sus performances y las expectativas a futuro son desoladoras para muchos.

Pero, en principio, será una declamación de viva voz que no encontrará demasiado eco en las huestes técnicas de Gustavo Bordet. La única realidad es que el impacto negativo en la producción de soja y maíz, según estimaron, esta campaña se perderán unos 665 millones de dólares, lo que equivale a cotización actual a unos 14.000 millones de pesos. Con eso habrá que convivir.

Datos.

Con un minucioso análisis con gráficos, el infome presentado advirtie que el fenómeno climático fue letal no sólo por los bajos niveles de precipitaciones, peores que la campaña 08/09, sino por un aumento promedio de las temperaturas.

Por más que llueva, los especialistas de la Bolsa consideraron que las pérdidas ya son irreversibles dada la altura del año. Entre soja y maíz, se perderán unas 2,5 millones de toneladas de producción, lo que totaliza unos 665 millones de dólares. Esta situación incluso será determinante de la próxima campaña, debido al grave estado de los suelos en cuanto a recursos hídricos.

El Ing. Pablo Fontanini, técnico del Siber, explicó que “la campaña 2017/18 puede llegar a ser una de las más secas en los últimos 90 años, si se compara la precipitación acumulada entre los meses de noviembre y febrero en relación a una serie histórica de 90 años”.

En tanto, indicó que “a nivel provincial, de noviembre a febrero hubo 2.095.000 hectáreas (ha), es decir el 32% del área agropecuaria descontando el área del delta que tuvieron precipitación menor a 200 mm y solamente el 0,2 % tuvo lluvias normales o levemente inferior a lo normal, lo cual demarca un severo déficit hídrico para la provincia”.

La temperatura tuvo un fuerte impacto en la producción. El profesional explicó que “las temperaturas máximas de esta campaña en relación al ciclo anterior, hubo 34 días que superaron lo 35 °C generando un escenario de estrés térmico (1 día de estrés térmico cada 3 días), mientras que el año pasado el valor fue 13 días, lo cual es una cantidad de días dentro de lo esperado o lo normal”.

Oleaginosa.

En soja, se proyecta una caída en la producción del 54 %, es decir una merma de 1.818.045 toneladas en relación a la campaña precedente. Este valor cuantificado en dolares se ubica alrededor de una pérdida de divisas de U$S 545.000.000. Para el caso del maíz, se proyecta una caída en la producción del 38 % en relación al año pasado, es decir una merma de 684.575 toneladas. Se prevé una pérdida de divisas de U$S 120.000.000.

En resumen, el Ing. Fontanini puntualizó “solamente para el caso del maíz y la soja, el impacto de la sequía generaría una merma de aproximadamente 2.500.000 toneladas, es decir la pérdida de divisas sería de U$S 665.000.000”.

Respecto a la soja, estimaron una producción esta campaña de 1,5 millones de toneladas, lo que implicará una merma de 1,8 millones de toneladas respecto de la campaña pasada. Esto significa una caída promedio del 54% de la producción, con pérdidas económicas cercanas a los 545 millones de dólares, es decir, más de 11.000 millones de pesos.

Maíz.

or otra parte, en relación al maíz, la entidad indicó que la cosecha alcanzará las 1,1 millones de toneladas, lo que con una merma de 684 mil toneladas implicará un 38% menos de producción. Esto significa que la provincia dejará de ganar unos 120 millones de dólares respecto de la campaña pasada, es decir, unos 3.000 millones de pesos.

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