“Defendemos la propiedad privada como elemento imprescindible de la realización económica”, remarcó la entidad. Dos Florines
La Comisión Asesora Regional Santa Fe de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) expresó su repudio “a cualquier acto de intervención o confiscación de empresas privadas sea cual fuere su estado de situación patrimonial, que no fuese realizado conforme a la normativa legal y constitucional”
La CAR Santa Fe de Coninagro, de esta manera, buscó despejar “cualquier duda respecto de la posición de nuestra entidad en el ámbito provincial”.
“Defendemos la propiedad privada como elemento imprescindible de la realización económica de nuestro pueblo, a la vez que de las libertades individuales; siendo un instituto muy caro al sentir de nuestra Nación, y que hace posible la autosubsistencia, frustrando los intentos de generar dependencia de las dádivas de los gobiernos de turno”, remarco la CAR Santa Fe en un comunicado.
Los cooperativistas santafesinos, en igual sentido, lamentaron “enormemente el beneplácito expresado por el gobernador de Santa Fe (Omar Perotti), respecto de las versiones de expropiación de una gran empresa santafesina para ser entregada a una empresa cuyas propietarias son las provincias petroleras, que en nada coparticipan los recursos obtenidos de su explotación. Esta posición claramente afecta gravemente los intereses de todos los santafesinos”.
La entidad, por último, reclamó “se revean todos aquellos actos que contradicen los intereses del pueblo de la Nación y de la provincia de Santa Fe”.
El último lunes, a pocas horas del anuncio del presidente Alberto Fernández sobre Vicentín, vale recordarlo, el titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto, había dicho que “el cooperativismo tiene contenido y gestión para aportar” en la nueva etapa de la empresa intervenida, lo que fue interpretado como un aval a la medida del oficialismo.
Horas después, Iannizzotto, en declaraciones al canal Todo Noticias, señaló que “los atisbos de intervencionismo están paralizando la actividad privada”, y dejó creer que el caso Vicentín “debiera ser una gran oportunidad para producir una desconcentración organizada de la economía basada en las pequeñas y medianas empresas y en las cooperativas”.
