Especialistas brindaron un panel sobre la necesidad de potenciar la integración entre los países de la región, fundamentalmente de Argentina con Brasil, Chile y Uruguay. NAHUEL AMORE
El Corredor Bioceánico es quizá un gigante dormido por las potencialidades desaprovechadas. Así lo dejaron entrever los disertantes que formaron parte del panel de integración económica durante las Segundas Jornadas de Desarrollo Productivo y Competitividad de la Región Centro y el Corredor Bioceánico Central, convocado por el Foro de Entidades Empresarias.
Raúl Hermida, director de la Bolsa de Comercio de Córdoba, puso en números las oportunidades que se abren de cara a los próximos años de crecimiento de la producción, con 5,5 millones de granos que sumará Brasil, además de 14,9 millones de toneladas de minerales, que deberán atravesar por esta región para ser exportados.
Hermida remarcó que el Corredor Bioceánico tiene una superficie de 1.562.800 Km2, con un PBG Regional de 486.667 millones de dólares, superior al de Argentina, y una exportación conjunta que asciende a los 77.412 millones de dólares, lo cual deja en evidencia “la importancia que tiene en el proceso de integración”.
El profesional marcó los dos grandes tramos que componen el Corredor y se detuvo en analizar las asimetrías que se producen con Chile, país al que considera “un ejemplo de integración y exportaciones que habría que imitar”. Al respecto, destacó que “hay un gran potencial, pero que tiene contrastes y requiere de una tarea de planificación”.
Finalmente, el disertante se preguntó si como Región Centro “tenemos un diagnóstico consensuado sobre la importancia de las exportaciones y la competitividad para lograr las mejoras sociales que Argentina necesita”. En este sentido, apostó por la relación necesaria con los vecinos países. “El futuro del Corredor Bioceánico espera mucho más de nosotros”, remarcó.
ACUERDOS.
Belquisse Pimentel, jefe del Departamento de Integración Física y Digital de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), planteó que para alcanzar la unidad en la Región es necesario aprovechar los acuerdos de alcance regional y parcial. Según indicó, en total son 78 los acuerdos vigentes en el área de preferencias económicas y resulta clave conocerlos.
En este sentido, advirtió que “el grado de integración está subutilizado”. Por ello, instó que para 2033 tengamos un 83% de relaciones comerciales sin aranceles entre los países de la región. “No tenemos tanta utilización de acuerdos, sobre todo porque no saben que tienen las preferencias y pueden mejorar la competitividad”, señaló, y reconoció que uno de los motivos de esto son “los elevados costos de transporte”.
Respecto del Corredor Bioceánico, subrayó: “Tenemos mucho para hacer y avanzar. Podemos utilizar más los acuerdos para sacar ventajas y así mejorar nuestra competitividad y hacer la diferencia en la negociación”. Según acotó, Brasil es el que mejor utiliza las preferencias arancelarias si se lo compara con los otros países.
ASIA PACÍFICO.
Pablo Pinto Cornejo, secretario de Investigación y Vinculación de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, Sede Coquimbo, Chile, puso el énfasis en explicar por qué su país está inserto en el mundo a través de un conjunto de relaciones comerciales estratégicas. “Desde los 80 se dijo que Chile tenía que tener una política abierta al exterior”, recordó, y apuntó que actualmente tiene vigentes 26 acuerdos comerciales y el 86% del PBI está representado allí.
En este sentido, pensando en la potencialidad del Corredor Bioceánico, el chileno fue concreto. “El esfuerzo que estamos haciendo es mirar más integralmente el Asia Pacífico para ver qué podemos hacer. No tenemos dudas de que el comercio respecto de la región de Coquimbo hacia la próxima década va a ser fundamentalmente hacia el Asia”, sostuvo, y añadió que “la Argentina tiene que ser un país fundamental en ese desarrollo”.
“Para nosotros tiene más sentido mirar el Asia Pacífico que otros destinos”, resaltó, e indicó que para seguir creciendo es necesario “realizar un conjunto de acciones que nos permitan vincular más con el Asia Pacífico”. Por ello, propuso hacer una misión comercial para “ir a mirar una serie de oportunidades de negocio, que se van a multiplicar”, además de pensar en la capacidad conjunta para producir.
