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Videojuegos: el desafío de consolidar la pata local de la industria

Enmarcados como una de las ramas de las industrias culturales, los videojuegos made in Argentina han cobrado cierto impulso en el interior del país. En Paraná, un ciclo de charlas abiertas busca difundir y generar masa crítica que potencie a los desarrolladores locales. Juan Manuel Alzamendi / Dos Florines

Desde el año pasado se viene trabajando, por iniciativa de programadores locales, en una serie de actividades en torno a la producción de videojuegos en Paraná y la provincia. Considerados por el Ministerio de Cultura de la Nación como una industria cultural desde 2011, la producción de videojuegos ha ganado terreno, permitiendo visibilizar los desarrollos y los estudios que se dedican a ello.

Gran parte de la responsabilidad de la realización de esas actividades en la capital provincial recae en Christian Molina, el titular de Ghost Estudios, que encontró eco en el Centro Experimental de Industrias Culturales de Entre Ríos (Ceicer) para promover el segmento.

Con el apoyo del Estado en la logísitica y la difusión, y tras algunos talleres realizados en 2016, este año se inició un ciclo de charlas en donde se abordan distintos aspectos de los procesos creativos y técnicos de la realización de videojuegos.

Hace unos días se realizó la tercera de estas actividades mensuales, denominada “Arte 3D para videojuegos. Lo primero que vemos”. Tuvo como orador al especialista Jorge Romero, director de arte y cofundador de Ideart Art + Technology, un pionero de esta industria en Santa Fe y que en 2003 cofundó el primer estudio de este segmento en la vecina ciudad. Con esto como pretexto, DOS FLORINES habló con distintos “jugadores” del segmento, para conocer la situación de esta industria emergente en Paraná, la provincia y la región.

 

Vivir de esto.

En diálogo con DOS FLORINES, el joven paranaense Christian Molina, titular de Ghost Estudios y promotor del desarrollo del videojuego en Paraná, se refirió al trabajo que están llevando adelante para visibilizar el segmento. En un espacio que cuenta con el soporte de industrias culturales de la provincia y el apoyo de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina (ADVA), la idea es generar masa crítica de gente que esté trabajando o interesada en el tema. Esta última actividad también contó con el respaldo del municipio de Paraná en lo referido a la difusión y convocatoria.

Molina explica que “la idea es que esto sirva como una base para en un futuro poder organizar otro tipo de actividades. Buscamos replicar en Paraná un evento llamado EVA (Exposición de Videojuegos Argentina), que es un espacio de exposición de videojuegos en donde no sólo se presentan trabajos locales sino que convoca a diferentes profesionales a dar charlas y compartir sus experiencias”.

El propósito de este trabajo es transmitir a quienes se inician en el segmento o están interesados en alguna de sus etapas productivas, que puede ser una actividad rentable y autosustentable.

“Este tipo de actividades apunta a sumar gente y demostrar que se puede vivir de esto y que es algo viable”, resume Molina, y aclara que “todas las personas que han venido hablar y que van a seguir viniendo son de la región, fundamentalmente de Santa Fe, ya que allí la industria está más fuerte, pero en general son profesionales del interior que trabajan de esto y tienen sus propios estudios”, remarca.

En ediciones pasadas de este ciclo se abordaron temas relacionados a cómo iniciar un estudio que se dedique al desarrollo de videojuegos y en la teoría de cómo desarrollar un videojuego. Por otra parte, en la reciente actividad se abordó la producción de gráficos 3D y los primeros pasos para incorporarlo en estos desarrollos.

 

Impulso local.

El licenciado Aníbal Beorda, responsable del Ceicer, puso énfasis en el “intenso trabajo” que se está realizando en este sector y destacó que “lo interesante es que surge desde los propios hacedores, Cristian Molina concretamente se acercó a la secretaría con ideas de actividades y con ganas de generar un público, de manera tal de poder armar el año próximo organizar el año próximo el EVA en Paraná”.

Desde el Ceicer destacan la buena repercusión en cuanto a la cantidad de público que han logrado atraer estas actividades y destacaron el avance que ha tenido la industria en los últimos años. No obstante, identifican una especie de techo invisible, relacionado con las limitaciones en el desarrollo de los proyectos.

Beorda señala que “la dificultad sigue siendo el nivel y las posibilidades de crecimiento desde acá”, pero que “ahora empiezan a surgir otras posibilidades y una de las ideas es poner en funcionamiento un polo de desarrollo mancomunado, un workshop colectivo. Por eso entendemos que es clave darle continuidad y difusión este tipo de actividades para generar un público que pueda aprovechar ese espacio de trabajo”, concluyó el director de Industrias Culturales.

 

Arte 3D.

Jorge Romero tiene 39 años, de los cuales los últimos 20 viene dedicándolos a los videojuegos. En 2003 fue cofundador de Digital Builders, el primer estudio de videojuegos de Santa Fe, lo que resultó una experiencia más que exitosa. En 2005 uno de los trabajos desarrollados allí fue ganador de un Cartoon Network Award en el Independent Games Festival (IGF) que se realizó en Estados Unidos. Eso los llevó a la oportunidad de realizar uno de los primeros juegos del sistema Wii de Nintendo en 2008 y fueron publicados por la multinacional Ubisoft. Palabras mayores.

“Todo ese trabajo surgió de un papel y un lápiz” destaca Romero, quien subraya que “todo lo que vemos tiene su parte de diseño, su cuota de creatividad y está relacionado con ilustración”.

El desarrollador señala que “la industria del videojuego creció bastante en lo que tiene que ver con la programación, pero no tanto en materia de capacitación y actividades relacionadas al arte; en función de eso surgió esta charla de producción 3D orientada a videojuegos”.

Romero destaca la importancia de la palabra “video” dentro del concepto de videojuego. “No estamos hablando de un juego de mesa, sino que son juegos con los cuales tenés que usar dispositivos y medios digitales, audiovisuales”, señala, y remarca que “rara vez los juegos exitosos lo son por una disciplina que no sea la del arte. Lo que valoramos y criticamos respecto a un videojuego es fundamentalmente el arte gráfico”, rescata.

 

20 años.

Al momento de evaluar el estado actual de la industria, José Romero recuerda la diferencia del contexto comparado a cuando ellos se iniciaron. “Por entonces recién aparecía ADVA y no había un apoyo estatal, como estas charlas que son tan importantes para llegar a más gente, para compartir conocimientos y experiencias; porque siempre hay personas trabajando sobre la temática, pero quizá es necesario visibilizar para encontrarlas. Cuando nosotros iniciamos, las reuniones de ADVA y los EVA se realizaban sólo en Buenos Aires y el que podía llegar iba y el que no, problema de él. Prácticamente tampoco había internet, por ejemplo en nuestro estudio no teníamos y cuando ganamos el primer premio aquella vez mi hermano viajó con su CPU a San Francisco, California. Después llegaron las posibilidades de comprar una notebook y demás, pero al principio era todo gestionado por nosotros y con cero conocimiento previo”, repasó.

En contraste, señaló que en el último tiempo se ha empezado a mostrar al videojuego como una pieza de arte con contenido cultural. Esta fue una de las razones que lo impulsó a volver a montar un estudio en Santa Fe (Ideart), luego de 10 años de dedicarse a trabajar en distintas compañías fuera del país.

En ese sentido confió que le resultó interesante “poder armar algo ahora, con un poco más de madurez profesional, para ver qué sale; sumado al trabajo de mi hermano y la consultoría de Jaime Fili, un ingeniero en sistemas que está dando una gran mano y que justamente fue uno de los panelistas en la actividad previa de este ciclo que se acaba de realizar”.

 

Arte y tecnología.

Respecto al trabajo que están desarrollando en su nuevo proyecto, Romero señala que “queremos que todo lo que pase por Ideart tenga un alto grado de arte y vemos que por ahí es algo que falta. Cuando nosotros dejamos Digital Builders, pensábamos que en cinco años, con internet y el crecimiento que conllevaría, habría un fuerte desarrollo también en el arte, porque creímos que todos eran autodidactas como nosotros, pero no fue así”.

Para el desarrollador, “el contenido del arte aplicado a los videojuegos está un poco relegado, incluso en las tecnicaturas existentes de videojuegos, en donde se hace más hincapié en la programación y no en esta otra parte, que tiene una importancia tremenda al menos en lo que mi experiencia me ha demostrado”, observa.

Todo se ha agilizado en los últimos años, con un vertiginoso avance de las tecnologías que han permitido tener en el bolsillo máquinas con una potencia inimaginada dos décadas atrás.  Este fenómeno, positivo en el desarrollo general de la industria del videojuego, ha hecho que en algunos aspectos el arte aplicado al segmento quede rezagado.

No obstante Romero diferencia que “hay muchas aplicaciones que no necesitan de un arte elaborado, pero el videojuego sí. El exitoso, ese del que todos hablamos, tiene mucho trabajo en ese sentido. Por ejemplo: Assassins Creed, en donde reconstruyeron toda la Italia renacentista para hacer ese videojuego y vincularlo con un guión narrativo que tiene que ver con el futuro. En ese gran equipo de 800 personas que trabajaron para su realización, quizá 500 son artistas, entre modeladores y escultores digitales de todo tipo, músicos porque hay bandas originales y otros”.

Como concepto final, y a modo de recomendación, el desarrollador hace énfasis en digitalizar los trabajos. “Hay muchos artistas que son ilustradores tradicionales y que no pueden llegar a las grandes empresas porque no digitalizan su habilidad. Yo insisto mucho con esto porque, en mi experiencia, todo va hacia ahí y lo que está en papel muchas veces queda en eso y hay grandes oportunidades que se desaprovechan”.

 

Impulsar la industria.

La Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina procura acompañar el crecimiento de la industria a lo largo y ancho del territorio nacional. Con ese fin se organiza en regiones, para realizar un abordaje territorial más eficiente y así poder coordinar la comunidad y ayudar al crecimiento de la industria en la región.

DOS FLORINES consultó al santafesino Mariano Obeid, que además de ser el impulsor del estudio Killabunnys en la vecina ciudad se desempeña como vocal regional de ADVA.

Obeid fue el orador en la primera charla de este ciclo iniciado este año en Paraná. En su análisis sobre el estado de la industria en la región puso de relevancia a Santa Fe, e incluso Paraná, como lugares en donde el videojuego tiene “bastante desarrollo”.

Destacó que “Killabunnys ya cuenta con una trayectoria de ocho años, aunque Digital Builders comenzó incluso antes y en Paraná estaba Southwind Games, que estuvo mucho tiempo y que tenía productos muy reconocidos. Hicieron el Airport Mania, para móvil, que estuvo en el top 40 de juegos más jugados mucho tiempo y trabajaban mucho para afuera. Al frente de la empresa estaba Juan Pablo Ferreyra que actualmente está trabajando en Estados Unidos para el área de reflexing de Amazon. La empresa estuvo funcionando hasta 2012, así que imagínate desde cuando hace que Paraná está haciendo videojuegos”, señala.

No obstante, el análisis de Obeid coincide con los demás entrevistados: falta visibilidad. “Hay mucha gente que no la tenemos presente y nos cuesta tenerlas en el radar, pero que están desarrollando cosas”, reconoce.

De ahí que el vocal regional de ADVA también destaque la importancia de desarrollar actividades en torno a estos temas. “Por un lado es importante para motivar a la gente que está en esto y no piense que lo está haciendo sola. Y por otro lado colabora a darle un impulso a los que no se animan a arrancar, para que lo hagan”, afirma.

El titular de Killabunnys grafica el crecimiento con el siguiente ejemplo: “En la última edición de EVA Santa Fe, todos los que expusieron el año pasado estaban mirando. Incluso alguno de los equipos, se han creado desde la EVA pasada, con gente que ha visto que no es imposible y que hay terreno fértil”.

 

Problemas.

A la hora de realizar un diagnóstico sobre los principales inconvenientes entre los actores de la industria en la región, Obeid señala que “el mayor problema es el de coagular los emprendimientos que se consoliden. Porque hay muchos emprendedores que tienen ganas de hacer cosas y encaran pequeños proyectos, pero falta que estos emprendedores se transformen en empresas, que tengan un producto, que los salgan a vender y que realmente se dediquen a esto”.

Para el representante de ADVA esto “puede tener que ver con problemas de financiamiento y otro poco con una carencia en educación emprendedora”. No obstante señala que, “hoy por hoy, hay una cantidad de herramientas que están tratando de ayudar a esto. Desde ADVA estamos haciendo mentorías con un programa llamado Mi Primer Videojuego Publicado, que se hace anualmente y en el cual se eligen 10 equipos que son asesorados, con un seguimiento en donde lo vamos acompañando con los pasos necesarios para cerrar un proyecto, publicarlo y empezar a comercializarlo”.

En lo que respecta al ámbito nacional, Obeid no duda a señalar al financiamiento como gran inconveniente. Y aclara que “a este problema lo compartimos con toda la industria relacionada al software, no solamente a los videojuegos, porque salir a buscar un crédito con una empresa de software es muy difícil, ya que no tenemos maquinaria registrable, no contamos con terrenos, ni tenemos insumos para poner como garantía y son cosas que por ahí cuestan”.

Más allá de las dificultades, el vocal de ADVA ve un panorama promisorio respecto a la industria. Entendiendo que “estos son temas que se están debatiendo y sobre los cuales van surgiendo herramientas de impulso a las industrias creativas o de financiamiento a las industrias de software que de alguna manera vengan subsanar esto”.

El desarrollador considera que hay mucho para crecer. Reconoce que “los desarrolladores estamos muy en el fondo. Por ejemplo en Santa Fe formalmente somos seis empresas las que nos dedicamos, inscriptos, que pagamos impuestos, etcétera. Pero la verdad es que hay un montón de emprendedores que son potenciales empresas. En Entre Ríos no tengo en vista que haya alguien constituido como empresa actualmente, pero creo que también tiene que ver con cómo venimos sondeando. Partiendo de esta situación, el único camino que nos queda es para arriba y hay mucho potencial. La idea es colaborar en dar ese salto la formalización de una empresa”, finalizó.

 

 

 

ADVA

 

La Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina es una entidad sin fines de lucro, integrada por empresas y profesionales de la industria del videojuego con la finalidad de desarrollar el segmento en el país.

Entre otras cosas, la Asociación organiza eventos de formación y difusión y pone en contacto entre sí a los integrantes de su comunidad, integrada por más de 1.700 miembros.

La Exposición de Videojuegos Argentina (EVA) es uno de los eventos más potentes que se organizan desde ADVA y al cual definen como “el evento por excelencia para ver todas las producciones realizadas en Argentina”.

Allí, conferencistas del país y Latinoamérica comparten sus experiencias para poder ganar conocimiento en las diversas materias del desarrollo de videojuegos. Desde 2003 se organiza anualmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aunque desde hace varios años se realiza también en distintas ciudades del interior del país, impulsadas por las representaciones regionales de ADVA. El mes pasado se realizó el EVA Santa Fe y se está trabajando en la idea de poder realizar el primero de estos eventos en Paraná para el año próximo.

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