El ministro Etchevehere desmintió versiones sobre la suba de retenciones, pero no despejó las dudas. El Gobierno, por otro lado, busca que las exportadoras adelanten dólares. Danilo Lima
Los rumores comenzaron temprano y temprano comenzaron a ponerse nerviosos los productores. El Gobierno nacional, aseguraban las versiones, analizaba el aumento de las retenciones a las exportaciones de soja que pasarían de 4 pesos por dólar exportado a 6 pesos. El incremento también sería para el trigo y el maíz.
Los rumores fueron tan fuertes que a media jornada ya no había operaciones en los mercados de granos. Todos los compradores se retiraron y no pasaron más precios.
Después apareció otro rumor: la suba de las retenciones se extendería a las exportaciones de carne, que pasarían de 3 pesos por dólar exportado a 5 pesos.
Recién sobre el final de la tarde el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Miguel Etchevehere, vía twitter, intentó llevar un poco de calma y señaló que “en el anuncio de medidas que prepara el Gobierno no se contempla el aumento de los derechos de exportación”. Unas horas antes había sido Leonardo Sarquís, el ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, el encargado de decir que no había nada sobre el aumento de las retenciones.
Mientras los rumores arreciaban, el Gobierno mantenía reuniones con los directivos de las principales empresas exportadoras –Cofco y Cargill, entre otras– para, según pudo saber DOS FLORINES, pedirles –al mejor estilo kirchnerista– que adelanten los dólares que el fisco necesita para tratar de detener la corrida cambiaria y llevar algo de tranquilidad a los mercados, primero, y a los ciudadanos, después.
Las desmentidas, sin embargo, no lograron calmar los nervios porque, como aseguró un dirigente del sector agropecuario que el domingo votó al presidente Mauricio Macri, quién puede creerle ahora a este gobierno.
Una suba de retenciones aportaría al fisco el dinero que dejaría de recibir por la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias –se elevará de $38.301 a $70.000 para un asalariado que no tiene cargas de familia ni aplica ninguna deducción por gastos–, una medida que el Gobierno anunciará en las próximas horas para intentar recuperar los votos que perdió en la díscola clase media, muy angustiada por la caída de su poder adquisitivo.
En este contexto, el incremento de los derechos de exportación sigue sobre la mesa más allá de la desmentida de Etchevehere.
