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El ajuste se siente fuerte en el INTA: uno de cada diez trabajadores es pobre

Desde Apinta, el gremio que los nuclea, reclaman la apertura de la paritaria para discutir y acordar un aumento salarial de emergencia. Danilo Lima

El ajuste instrumentado por el Gobierno de Mauricio Macri pega fuerte en la administración pública nacional y en las diversas reparticiones e instituciones estatales, además, claro, de afectar a distintos sectores de la actividad económica general.

En el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), por ejemplo, los salarios, como consecuencia de la ausencia de paritarias y de los altos índices de inflación, han sufrido un fuerte achique al punto que uno de cada diez trabajadores del organismo se encuentra bajo la línea de pobreza.

Ante este escenario, trabajadores y profesionales del INTA decidieron movilizarse este miércoles 7 en todo el país “en defensa de nuestros salarios” y por “la apertura de paritarias”. En nuestra provincia la protesta tendrá lugar en la sede del Centro Regional Entre Ríos (CRER) –en el predio del INTA, en Oro Verde–, a partir de las 10, y allí confluirán representantes gremiales y empleados de las Estaciones Experimentales Agropecuarias de Paraná, Concordia y Concepción del Uruguay.

Está previsto que los sindicalistas mantengan una reunión con el director del CRER, Guillermo Vicente, a quien le entregarán una nota dirigida al presidente del INTA, Juan Balbín, en la que plantean, básicamente, la apertura de la paritaria sectorial para discutir y acordar un aumento salarial de emergencia en un porcentaje tal que ningún trabajador del INTA quede baja la línea de pobreza. En el escrito también reclaman que lo acordado en dicha paritaria se replique en los estipendios de beca y los contratos de todos los trabajadores relacionados con el INTA.

Carla Liberatori, secretaria gremial de la Seccional Paraná de Apinta (Asociación del Personal del INTA), en este sentido, le dijo a DOS FLORINES que desde 2016 “nosotros no tenemos una convocatoria de la comisión negociadora del convenio colectivo de trabajo sectorial. Sólo tenemos un decreto específico para nosotros, el 127/2006”.

La dirigente de Apinta Paraná, asimismo, agregó que “todavía no nos han llamado para negociar la pauta salarial, a pesar de los reiterados reclamos de nuestro secretariado nacional”. Por esta razón, remarcó, “hasta se han hecho denuncias ante la OIT” (Organización Internacional del Trabajo).

Sin paritaria sectorial, los incrementos salariales para el personal del INTA son los mismos que firmó la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) en el acta del convenio colectivo general. Allí, en la cláusula primera, se establecen mejoras del 4%, 7% y 7% para junio, julio y agosto, respectivamente, de 2019, un 5% para enero y otro 5% para febrero de 2020.

Que uno de cada diez empleados del INTA esté bajo la línea de pobreza significa que entre 600 y 700 trabajadores del organismo en todo el país son pobres. “La pérdida del poder adquisitivo del salario ha sido progresiva y desde fines de 2015 hasta la actualidad significó una disminución del 30%. Esto lo calculamos teniendo en cuenta que la inflación acumulada en el período ha sido del 216% mientras que los aumentos salariales han representando un 133%”, explicó Liberatori.

Contraste.

La caída de los salarios de los trabajadores del INTA contrasta con los salarios que perciben los miembros del Consejo Directivo Nacional del organismo. Éstos, según precisó Liberatori, “por cinco jornadas al mes perciben un ingreso cercano a los 140.000 pesos mientras que uno de cada diez trabajadores, que cumple 176 horas mensuales, como corresponde por convenio colectivo, no logra estar por arriba de la línea de pobreza”.

En la actualidad, el salario más bajo en el INTA –los sueldos dependen de la zona y las tareas a realizar– está alrededor de los 25.500 pesos en bruto, por lo que en neto los trabajadores que menos cobran –los de las categorías menores– perciben apenas unos 21.600 pesos, es decir 10.000 menos que los necesarios para estar por encima de la línea de pobreza. Una vergüenza.

Consejeros ajustados.

El ajuste presupuestario en el INTA, por otra parte, además de afectar las investigaciones, las tareas de extensión y numerosas cuestiones operativas, impacta en el trabajo de los consejeros regionales.

Los miembros de los 15 Consejos de los Centros Regionales –el de Entre Ríos, entre ellos– no cobran sueldo (los casi 140.000 pesos mensuales son sólo para los integrantes del Consejo Directivo Nacional), pero sí viáticos para cubrir costos de movilidad y gastos de representación. Se trata, según pudo saber DOS FLORINES, de unos 2.400 pesos por viático.

En los últimos meses, sin embargo, debido al recorte presupuestario, los fondos para esos viáticos no llegan a los Centros Regionales y ahora desde INTA central les han pedido a los representantes de cada Consejo Regional que se hagan cargo de sus propios gastos.

Esto motivó que el presidente del Consejo del Centro Regional Entre Ríos elevara una nota de queja al Consejo Directivo Nacional.

Se trata de un tema no menor porque muchos consejeros no pueden viajar a las reuniones del Consejo Directivo Nacional en las que se tratan cuestiones trascendentes. La decisión de cerrar los institutos vinculados a la agricultura familiar, adoptada hace unos meses, por ejemplo, se tomó sin la participación de los consejeros regionales. Fue una decisión a puertas cerradas del Consejo Directivo Nacional.

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