La empresa se queda por ahora con las casas de Paraná y Crespo. La caída de ventas y los problemas financieros pegaron fuerte. Dos Florines
La crisis económica y financiera sigue golpeando de la peor manera a una de las empresas emblema de la provincia. Bazar El Entrerriano continuó esta semana con un nuevo cierre de otra sucursal. Es el turno de Viale, el séptimo de una lista en pocos meses.
La sucursal bajó sus persianas este martes, según consigna Nueva Zona, medio local. Nuevamente, el equipo de abogados llegó hasta Viale y comunicó la decisión, que prácticamente era parte de una crónica anunciada al ver la lista que se alarga y que el panorama no revierte.
Santa Fe, Chajarí, La Paz y Gualeguaychú habían sido los locales que la firma había decidido dar punto final durante los primeros meses de este año. Concordia y Colón ya habían bajado las persianas en octubre del año pasado. Y esta semana se sumó Concepción del Uruguay, que también fue parte de la expansión en la última década.
Con el cierre de Viale, a la empresa sólo le quedan la Casa Matriz en calle Gualeguaychú de Paraná, la sucursal ubicada en frente, más el local sobre avenida Almafuerte. También queda un local en Crespo, que podría correr con la misma mala suerte si la situación sigue igual.
La empresa paranaense, que nació en mayo de 1924 de la mano de León Botón y que creció con los años junto a David Baruh y su familia, llegó a tener unos 12 locales en Entre Ríos y Santa Fe, además de emplear a más de 170 trabajadores. Pero la caída del consumo, los cambios de hábitos y otros problemas financieros y de administración internos, la llevaron a la debacle.
Ya el año pasado la empresa solicitó formalmente el concurso preventivo de crisis. Incluso, desde hace varios meses el Sindicato de Empleados de Comercio viene tomando nota de la situación, a sabiendas de la necesidad de “reestructurar” la planta del personal.
El Entrerriano fue uno de los beneficiados durante la década pasada con el crecimiento del consumo en los sectores medios y bajos de la sociedad, lo que le permitió expandirse a distintas localidades de la provincia. Sin embargo, esto no fue acompañado con una estrategia que permitiera estar preparados para un cambio de política económica y de los modos de consumo, donde crece a pazos agigantados el e-commerce.
Además, el sector es uno de los sectores particularmente afectados y así lo dan cuenta las estadísticas. Las ventas de electrodomésticos y artículos del hogar alcanzaron en el primer trimestre los $22.484,6 millones, lo cual significó una caída interanual del 0,2% respecto de igual período del 2018, y un virtual estancamiento. Según informó el Indec, ese nivel de facturación representó una baja del 12,6%, si se comparan las ventas con el último trimestre del año pasado.
Incluso, las perspectivas no son alentadoras. La consultora Ecolatina, en base a los datos del Indec, realizó un informe en el que prevé que “difícilmente la dinámica contractiva se revierta”. Señalan que “el poder adquisitivo de los salarios, tanto en pesos como en dólares, continuará deprimido en los próximos meses de 2019, lo que no permitirá recomponer consumo, mucho menos en bienes durables que no son de primera necesidad”.
