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“El proceso de desinflación está muy consolidado”

El presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, realizó 10 reflexiones sobre el proceso de desinflación.

El hombre fuerte de Reconquista 266 viene siendo bastante criticado en los últimos tiempos  (puertas adentro del universo Cambiemos, también) por la dificultad para disciplinar a una inflación que desaceleró fuerte contra los niveles pico de 2016 (llegó a 41% y en 2017 cerraría un poco por debajo de 25%), generados por la devaluación y quita de retenciones más los fuertes ajustes en tarifas, pero que no logró todavía romper la inercia previa de 20-25%. Ayer, una vez más, realizó su defensa.

 

“Freddy”, como se lo conoce en el ambiente econó- mico, destacó 10 puntos sobre sus 2 años de gestión recién cumplidos y muchos de ellos intentan responder a las prin- cipales críticas: la inflación en Argentina está bajando sin apelar a los falsos atajos del pasado; las expectativas de inflación para el año que viene son las más bajas desde 2009; hay una formidable expansión del crédito; la desinflación acompaña al crecimiento; la política monetaria logró esta desinflación; la desinflación es sin atrasar el tipo de cambio; la flotación cambiaria es una defensa contra los flujos de capitales de corto plazo; hay coordinación con la política fiscal; el aumento de Lebac se explica por aumento de reservas y, por último, el camino hacia una inflación de país normal.  El discurso de Sturzenegger ocurrió en el marco de la Conferencia Internacional de Economía y Finanzas Oportunidades y desafíos financieros para Argentina y otras economías emergentes, organizada por la UTDT, el Banco Ciudad y el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF).

Desinflación

Tras la publicación, el martes pasado, del IPC Nacional de noviembre, que dio 1,4% para la general y 1,3% para la núcleo, algunos analistas salieron a cuestionar, tal como mostró El Economista, la existencia de un proceso de desinflación (al tiempo que otros lo confirmaron). Diciembre estaría en torno al 2,5% como piso para la inflación general y el año cerraría con una interanual de 24% (o algo más), 7 puntos por encima del techo de la meta de inflación. Ayer Sturzenegger sostuvo: “El proceso de desinflación está muy consolidado. Sin recurrir al atraso de tarifas, con tipo de cambio y precios libres”.

El hombre fuerte de Reconquista 266 viene siendo bastante criticado en los últimos tiempos  (puertas adentro del universo Cambiemos, también) por la dificultad para disciplinar a una inflación que desaceleró fuerte contra los niveles pico de 2016

En ese sentido, destacó una núcleo que en el promedio trimestral estaría en los niveles más bajos desde que comenzó a medirse el IPC CABA (única medición que logra una serie comparable desde 2012). En ese sentido, la serie, publicada hace unos días por el economista del Cedes, Ramiro Albrieu, muestra que efectivamente el promedio trimestral de la núcleo del IPC CABA está en un punto más bajo que lo que registraba en 2015 (en torno al 2% y en la actualidad, en torno a 1,5%).

 

Relativos

Al respecto, Albrieu sostuvo: “Corregiste tarifas de agua, gas y electricidad. El resto, falta y mucho. De hecho, mi punto es sobre los precios relativos. ¿Cuánta distorsión hacia dentro estás generando por desinflar el agregado? Hay que mirar los beneficios pero también los costos”. Otro de los puntos destacados por Sturzenegger remarcó que “la inflación es sin atrasar el tipo de cambio”. Afirmó: “El tipo de cambio se ha movido durante este período con total flexibilidad”, aunque en otro momento del discurso reconoció “la compra esterilizada de reservas, que ya supera los US$ 30.000, por que venimos viendo un BCRA batiendo sucesivamente récords de reservas”.

Ayer Sturzenegger sostuvo: “El proceso de desinflación está muy consolidado. Sin recurrir al atraso de tarifas, con tipo de cambio y precios libres”.

En ese sentido, es grande la cantidad de analistas que parecen coincidir en que hay un atraso cambiario que continuará durante el año que viene, de la mano de los dólares que recibe el Gobierno por la vía del endeudamiento (y la economía en general a través de los ingresos por inversiones financieras que registra mes a mes el MULC) y que después el Tesoro cambia por pesos para financiar su gasto corriente. Así, para muchos el tipo de cambio (como los salarios, que cayeron en términos reales durante 2016 y se recuperaron parcialmente) funcionan todavía como ancla para la inflación.

 

Expectativas

Sturzenegger afirmó también que “las expectativas de inflación para el año que viene son las más bajas desde 2009”, en referencia a las que releva el propio BCRA entre algo más de 50 analistas de la city. El último informe mostró que para los próximos 12 meses los analistas consultados esperan una inflación de 17,5% (para 2018 una de 16,6%).

Sturzenegger sostuvo: “Es cierto que no se ubican dentro de nuestras metas de 10% pero en los últimos 14 meses se han movido tan sólo 2,5 puntos”. Si en vez de observar sólo lo esperado por los economistas se miraran las expectativas inflacionarias de la calle, relevadas todos los meses por la UTDT, se ve que el promedio de los 1.200 consultados a nivel nacional esperan una de 24,7% para el próximo año.

Contradiciendo la idea heterodoxa de que la desinflación contra el 41% de 2016 se dio con el ancla cambiaria, gracias a los dólares del endeudamiento, y con los salarios recuperándose sólo parcialmente, Sturzenegger afirmó además que “todo este proceso se ha producido gracias a una política monetaria que durante 2017 fue aumentando su sesgo restrictivo”.

 

Fuente: El Economista

 

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